Josué Gutiérrez tras pifiada y expulsión en Puno: «Mantengo mi legitimidad»

El titular de la Defensoría del Pueblo, Josué Gutiérrez, fue protagonista de un incidente que marcó su gestión en Puno, al ser rechazado y expulsado de un evento en el Teatro Municipal de esa ciudad. La situación se tornó tensa cuando varios asistentes, principalmente líderes comunitarios y defensores de derechos humanos, lo abuchearon y expresaron su rechazo con gritos, acusándolo de ser cómplice de una gestión que, según señalaron, los habría engañado para legitimar su presencia.

Gutiérrez, en medio de la polémica, afirmó que tanto él como la institución que representa cuentan con el respaldo oficial y sugirió que las protestas podrían responder a intereses políticos. En declaraciones recogidas por La Decana Radio Juliaca, reconoció que era la primera vez que enfrentaba una situación de este tipo y señaló que comprende las heridas abiertas en la comunidad, calificando la situación como un tema muy sensible.

El defensor también defendió la labor que realiza la institución en zonas afectadas por la violencia, resaltando su presencia en comisarías, acompañando a víctimas y asegurando que las investigaciones y diligencias se puedan realizar en los propios lugares de conflicto. De esta manera, aseguró que evitan revictimizaciones y traslados forzados a Lima, aunque admitió no poder obligar a nadie a valorar ese trabajo.

Las críticas en su contra se enmarcan en un contexto social de alta polarización y desconfianza hacia el gobierno de Dina Boluarte. Durante el evento, también se le reprochó no haber condenado de manera contundente los asesinatos en Juliaca, Ilave y Ayacucho, vinculados a la represión de las protestas recientes. Algunos asistentes incluso exigieron que abandonara el lugar, alegando que su presencia buscaba simplemente legitimar la actividad sin consulta previa con la comunidad.

Gutiérrez aclaró que su independencia es total y que, aunque en el pasado contó con respaldo de partidos como Perú Libre y Fuerza Popular, actualmente no tiene afiliación política. Sin embargo, reconoció que algunos partidos, como Renovación Popular, no le brindaron apoyo en su nombramiento. La tensión en el Teatro Municipal evidenció la profunda insatisfacción social y la desconfianza en las instituciones, reflejando la difícil situación que atraviesa la región en medio de un clima de protestas y reclamos por justicia y derechos humanos.