López Aliaga genera polémica con declaración que involucra al gobierno

El conflicto entre Rafael López Aliaga, alcalde de Lima, y el ministro de Transportes y Comunicaciones, César Sandoval, escaló rápidamente de un debate técnico a una confrontación de índole política y legal. La controversia surgió inicialmente por cuestiones relacionadas con el proyecto del tren Lima–Chosica, pero en los últimos días adquirió un tono más fuerte, involucrando denuncias públicas y acusaciones de difamación.

López Aliaga acusó a Sandoval de haber buscado su apoyo personal en varias ocasiones con la intención de ser designado ministro. En declaraciones públicas, el alcalde afirmó: «Este caballero… yo lo recibí por lo menos tres veces, vino a pedirme apoyo, que por favor quería ser ministro. Y confié en él. Realmente me equivoqué», y acusó al funcionario de tener un bajo nivel técnico y de responder a intereses políticos ligados a César Acuña, líder de su partido. Además, el alcalde criticó duramente que el ministro intentara frenar una obra clave para la ciudad y el país, calificándolo como una mala gestión y una influencia política inadecuada.

Por su parte, César Sandoval reaccionó con enojo y anunció acciones legales en su contra. Negó haber solicitado el cargo y afirmó no haber tenido contacto previo con López Aliaga, asegurando que solo lo conoció después de ser nombrado ministro. El ministro calificó las declaraciones del alcalde como “una mentira monumental” y anunció que presentará una querella por difamación, además de remitir una carta notarial exigiendo una rectificación en 24 horas. En caso de no recibir respuesta, adelantó que acudirá a las instancias judiciales correspondientes.

Lo que resulta llamativo en esta situación es que, a pesar de las acusaciones respecto a una posible injerencia política en decisiones del Gobierno, tanto la presidenta Dina Boluarte como el premier Eduardo Arana han optado por mantener un silencio absoluto. Hasta ahora, ni han emitido declaraciones públicas ni han respaldado ni cuestionado las expresiones del alcalde de Lima, generando incertidumbre sobre la postura oficial del Ejecutivo frente a estos enfrentamientos.

Este conflicto evidencia las tensiones internas en el escenario político peruano, en el que las disputas personales y las acusaciones públicas parecen tomar protagonismo en medio de temas de interés nacional.