La Unión Europea exige a EE. UU. que dé marcha atrás y permita visas a la delegación palestina en la ONU

La Unión Europea hizo un llamamiento este sábado a Estados Unidos para que reevalúe su decisión de denegar visas a los miembros de la Autoridad Palestina (AP), quienes tenían previsto asistir en septiembre a la Asamblea General de la ONU en Nueva York. La jefa de la diplomacia europea, Kaja Kallas, afirmó tras la reunión de cancilleres del bloque en Copenhague que “insta a reconsiderar esta decisión, teniendo en cuenta el derecho internacional”.

El Departamento de Estado de Estados Unidos informó el día anterior que había revocado y rechazado las visas a integrantes de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) y la Autoridad Palestina, una medida que generó inmediatas reacciones de rechazo a nivel internacional. La decisión fue criticada por diversos líderes europeos, que la calificaron de inadecuada en un contexto en el que la sede de Naciones Unidas se considera un espacio neutral dedicado a la paz.

El canciller francés, Jean-Noël Barrot, expresó su rechazo y recordó que “la sede de Naciones Unidas es un lugar neutral, un santuario al servicio de la paz”. Por su parte, el primer ministro de Luxemburgo, Xavier Bettel, sugirió incluso trasladar la sesión de la Asamblea General a Ginebra, como ocurrió en 1988 para escuchar a Yasser Arafat, entonces líder palestino, a quien también se le negó la entrada a Estados Unidos.

La polémica llega en medio de un contexto político complejo, a pocas semanas de la próxima Asamblea General de la ONU. Francia ha promovido una iniciativa para reconocer formalmente un Estado palestino, lo que ha generado tensiones adicionales. Analistas advierten que si esta propuesta prospera, el gobierno de Donald Trump, aunque ya no está en el poder, y su postura podrían alinearse aún más con la de Israel, cuyo primer ministro, Benjamin Netanyahu, rechaza la creación de un Estado palestino y equipara a la Autoridad Palestina con Hamas en Gaza.

Este rechazo de visas por parte de Estados Unidos ha sido unánime entre los países europeos, una posición poco frecuente dada la diversidad de opiniones que existen dentro de la Unión en relación con las sanciones a Israel, especialmente en medio de la grave crisis humanitaria en Gaza. La decisión genera preocupación por las implicaciones diplomáticas y el impacto en las relaciones internacionales en un momento crítico para la región y el multilateralismo.