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Cuba admite fallos internos ante grave crisis social

Escrito por radioondapopular
julio 26, 2025
Cuba admite fallos internos ante grave crisis social

Un hombre espera en la calle a que se restablezca el servicio eléctrico en medio de un nuevo apagón generalizado en La Habana, Cuba (REUTERS/Norlys Perez).

El gobierno cubano ha adoptado un tono inusualmente autocrítico en medio de la grave crisis que atraviesa la isla. La conmemoración oficial del 26 de julio, Día de la Rebeldía Nacional, se convirtió en un escenario donde la dirigencia política intentó equilibrar el llamado a la unidad interna con el reconocimiento de problemas estructurales que afectan al país.

El primer ministro Manuel Marrero fue la figura principal en el acto central y, por primera vez en años, no asistieron ni el presidente Miguel Díaz-Canel ni Raúl Castro para liderar el discurso ante el público. Este cambio refleja una tendencia en la que se delega el liderazgo en figuras distintas a los cargos tradicionales, marcando una estrategia de comunicación que busca diversificar las voces oficiales en un momento de crisis.

Durante su intervención, Marrero describió la situación actual como una de las más difíciles que ha enfrentado Cuba, afirmando que “como nunca antes” el país enfrenta desafíos significativos, tanto internos como externos. Reconoció que la crisis no puede explicarse únicamente por presiones externas, admitiendo que también existen errores y deficiencias en la gestión interna. Sin embargo, evitó detallar las acciones concretas que se implementarán para resolver estos problemas.

A pesar de sus palabras, la realidad evidencia que los apagones continuarán. Según datos de la Unión Eléctrica (UNE), cerca del 45% del territorio nacional se quedará sin electricidad durante las horas de mayor consumo, principalmente en la tarde y noche. En zonas de Oriente como Santiago de Cuba y Holguín los cortes superan las 20 horas diarias, mientras que en La Habana alcanzan las 16 horas, en un ciclo que evidencia la gravedad de la crisis energética que azota a la nación.

Las causas inmediatas de estos apagones masivos están relacionadas con la falta de combustibles y divisas para importar recursos esenciales. La infraestructura eléctrica del país, en su mayoría antigua y mal mantenida, no puede sostener la demanda actual. La mayoría de las centrales térmicas operan con tecnologías obsoletas y en estado de deterioro avanzado, lo que reduce considerablemente la capacidad instalada.

La UNE reportó que, en el pico de consumo de este sábado, la generación máxima alcanzará solo 2.090 megavatios (MW), frente a una demanda estimada de 3.650 MW, dejando un déficit de aproximadamente 1.560 MW. Además, 86 plantas de generación distribuidas están fuera de servicio debido a la imposibilidad de adquirir combustibles en los mercados internacionales. Expertos independientes señalan que el sector eléctrico, controlado por el Estado desde 1959, sufre de una infrafinanciación crónica, que requiere inversiones de entre 8.000 y 10.000 millones de dólares para su renovación, cifra que actualmente resulta inalcanzable por la falta de recursos y las restricciones internacionales.

Este escenario de crisis prolongada impacta severamente tanto en la economía como en la vida cotidiana de los cubanos. Los cortes de energía afectan procesos industriales y comerciales, además de interferir en servicios básicos como la refrigeración de alimentos, el acceso al agua, el transporte y la atención sanitaria. La crisis energética se ha convertido en una realidad que condiciona las prioridades políticas y sociales del país en estos momentos.

El 26 de julio no solo conmemora la resistencia contra la dictadura de Fulgencio Batista, sino que también representa un momento de reflexión para el régimen, que intenta reivindicar los ideales de la revolución, pese a las dificultades actuales. La gesta del asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes en 1953, liderada por los hermanos Castro, marcó el inicio de la resistencia armada que culminaría en 1959 con el establecimiento del actual sistema autoritario, cuya influencia sigue vigente en la política cubana.

Este día, tradicionalmente, reúne a miles de personas en todo el país en grandes concentraciones y actos conmemorativos que reivindican los valores revolucionarios. Sin embargo, en 2021, debido a la pandemia, la celebración se realizó en un formato reducido, en línea con las restricciones sanitarias. La actualidad, marcada por una profunda crisis económica y social, hace que esta fecha tenga un significado aún más complejo para los cubanos.

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