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Primeros fallos en chip cerebral Neuralink de Elon Musk

Escrito por radioondapopular
julio 26, 2025
Primeros fallos en chip cerebral Neuralink de Elon Musk

El 26 de julio de 2025, a las 19:49 horas, se reportó un importante avance en el campo de la neurotecnología que ha generado tanto entusiasmo como preocupación. En enero del año pasado, Noland Arbaugh se convirtió en el primer ser humano en someterse a un implante cerebral desarrollado por Neuralink, la compañía fundada por Elon Musk, quien aseguró que el procedimiento tendría resultados prometedores.

Arbaugh, un hombre que desde la cintura para abajo permanece completamente paralizado, logró controlar un cursor y otras interfaces digitales únicamente con su mente, tras recibir un implante compuesto por 64 cables ultrafinos con 1,024 electrodos. Este dispositivo fue diseñado para registrar y decodificar las señales eléctricas de su cerebro, permitiéndole interactuar con tecnologías digitales de manera innovadora.

Aunque en las primeras semanas el experimento fue considerado un éxito, la realidad mostró dificultades a los pocos meses. Según confirmó Neuralink, aproximadamente un mes después de la cirugía, cerca del 85% de los electrodos dejaron de funcionar correctamente. Este fallo afectó severamente la precisión y el control que Arbaugh tenía sobre las interfaces, hasta el punto de que ya no pudo utilizar la computadora de forma efectiva.

Desde la empresa explicaron que el problema no radicó en la parte electrónica del implante, sino en la interacción con el tejido cerebral. La cicatrización del tejido no ocurrió como se esperaba, generando movimiento en los cables implantados. Aunque estos movimientos fueron mínimos, fueron suficientes para desconectar la mayoría de los electrodos, lo que deterioró significativamente la calidad de las señales eléctricas recogidas por el microchip.

A pesar de estas complicaciones, Arbaugh decidió continuar participando en el experimento. En declaraciones públicas, expresó que no se arrepiente de haberse sometido a la intervención y confía en que su experiencia contribuirá a perfeccionar futuras versiones del implante. Es importante recordar que, según lo planificado inicialmente, el dispositivo será retirado en cinco años, momento en el cual perderá nuevamente la capacidad de comunicarse mediante esta tecnología.

Este caso plantea preguntas sobre la fiabilidad y los posibles riesgos a largo plazo de los implantes cerebrales, además de abrir el debate sobre el futuro de la neurotecnología en la medicina y la interacción humano-máquina. Neuralink continúa investigando para mejorar la compatibilidad y durabilidad de sus dispositivos, en un camino que todavía enfrenta desafíos científicos y éticos.

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