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¡Segundo descubrimiento que revoluciona la historia humana! La clave para caminar en dos piernas y su impacto en la evolución de los primeros humanos revelada por nuevos estudios

Escrito por radioondapopular
septiembre 1, 2025
¡Segundo descubrimiento que revoluciona la historia humana! La clave para caminar en dos piernas y su impacto en la evolución de los primeros humanos revelada por nuevos estudios





Descubren los cambios embrionarios que permitieron la marcha erguida en los humanos

El origen de la pelvis humana y su papel en la bipedestación

El caminar en posición erguida sobre dos piernas ha sido uno de los hitos más importantes en la evolución humana. Esta adaptación no solo diferencia a nuestra especie de otros primates, sino que también abrió la puerta a nuevas formas de vida y habilidades. Sin embargo, durante décadas, los mecanismos biológicos que facilitaron este cambio permanecieron en el terreno de la especulación científica. La marcha bípeda influyó en aspectos fundamentales como el parto, la eficiencia energética y el desarrollo cerebral, lo que hace que su estudio sea crucial para comprender nuestra historia evolutiva.

Recientes descubrimientos sobre la evolución de la pelvis

Investigaciones recientes han identificado dos cambios clave en la estructura de la pelvis durante el desarrollo embrionario, los cuales fueron determinantes en la evolución del bipedismo. Estas modificaciones afectaron principalmente al ilion, el hueso superior de la pelvis que sostiene los órganos internos y conecta los músculos glúteos. Según un artículo publicado en Nature, los cambios en esta estructura permitieron a los primeros humanos caminar erguidos de manera eficiente.

Lo que resulta especialmente interesante es cómo estas transformaciones ocurren en los embriones humanos. La investigación revela que, en nuestro desarrollo, el ilion primero rota y después demora en osificarse, formando una pelvis corta y ancha que caracteriza a nuestra especie en comparación con otros primates como chimpancés o gorilas.

## Cambios embrionarios en la pelvis humana

El proceso comienza aproximadamente a las siete semanas de gestación, cuando el cartílago del ilion, inicialmente una barra vertical similar a la de otros mamíferos, rota 90 grados. Este movimiento produce una pelvis más compacta y ancha, adaptada para la marcha erguida. Luego, hacia la semana 24, el cartílago empieza a transformarse en hueso. En los humanos, este proceso de osificación se retrasa respecto a otros primates, lo que ayuda a mantener la forma expandida de la pelvis mientras el hueso crece.

El equipo dirigido por Terence Capellini, de la Universidad de Harvard, analizó muestras de pelvis en distintas etapas de desarrollo fetal y comparó estos datos con embriones de ratones y primates como chimpancés y gibones. Para ello, utilizaron colecciones de embriones conservados en museos desde hace más de un siglo, una metodología que, según explican, permite estudiar fases del crecimiento que de otra manera serían inaccesibles.

Estos hallazgos complementan investigaciones previas, como la publicada en 2022 en Science Advances, que señalaba que el ilion humano presenta una osificación retardada durante la gestación. Esta etapa actúa como un mecanismo evolutivo que favorece la formación de una pelvis más corta y ancha, rasgo esencial para el bipedismo.

## Implicaciones del descubrimiento y perspectivas futuras

La paleoantropóloga Tracy Kivell, del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva, destaca que estos hallazgos ofrecen una visión más clara sobre cómo ocurrieron los cambios que facilitaron la marcha bípeda. Además, subraya que comprender estos procesos no solo ayuda a interpretar a los humanos actuales, sino también a analizar fósiles de homínidos como los denisovanos, ampliando así el alcance del estudio evolutivo.

Por otra parte, investigaciones complementarias realizadas por el mismo equipo revelaron que durante la formación del ilion en humanos se activan cientos de secuencias reguladoras durante el desarrollo embrionario, lo que indica una complejidad genética que favoreció la adaptación a la bipedestación.

En definitiva, estos estudios no solo esclarecen aspectos fundamentales de nuestra historia evolutiva, sino que también abren nuevas vías para comprender cómo las modificaciones embrionarias pueden influir en adaptaciones tan cruciales como el caminar erguido, un rasgo que ha definido nuestra especie.

La investigación identifica cómo la pelvis humana evolucionó para caminar erguido, diferenciando a nuestra especie de otros primates
La investigación identifica cómo la pelvis humana evolucionó para caminar erguido, diferenciando a nuestra especie de otros primates (Wikimedia Commons)


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