Hombre con amante mata a los padres de su esposa en un matrimonio abierto y codicioso

## La historia que parece sacada de una serie policial

Los ingredientes de esta historia parecen extraídos de un guion para una serie de éxito en Netflix: éxito, traición, millones, sexo, codicia y violencia. Daniel Serafini (51), exjugador profesional de béisbol en Estados Unidos, fue declarado culpable en julio pasado por el brutal asesinato de su suegro y el intento de homicidio de su suegra. Actualmente, espera la sentencia, mientras sus abogados intentan frenar el proceso con maniobras dilatorias y solicitar un nuevo juicio. Sin embargo, el jurado encontró suficientes razones para condenarlo y enviarlo a prisión.

## Trayectoria deportiva y caída en desgracia

Nacido en San Francisco, Daniel Serafini mostró desde su adolescencia una gran pasión por los deportes. Rápidamente se convirtió en un referente del béisbol, llegando a jugar como lanzador en equipos de primera división en Estados Unidos entre 1996 y 2007. Durante su carrera, defendió los colores de los Minnesota Twins, Chicago Cubs, Pittsburgh Pirates, Cincinnati Reds, Colorado Rockies y San Diego Padres. Además, pasó un par de temporadas en la liga profesional japonesa. En su apogeo, era un joven exitoso, admirado y con un alto ingreso económico, que destacaba en las revistas deportivas y jugaba con intensidad.

## La relación con Erin Spohr y su crisis personal

En 2006, mientras estaba casado con su primera esposa, Serafini conoció a Erin Spohr, a quien contrató para entrenar a sus caballos. Erin, hija de una familia influyente en bienes raíces con sede en Orinda, trabajó con ellos por un tiempo. Al año siguiente, la carrera deportiva de Serafini sufrió un revés importante cuando, el 27 de noviembre de 2007, dio positivo por doping. La sustancia encontrada en su cuerpo era para mejorar su rendimiento, y él argumentó que había sido por motivos médicos y recomendación de médicos japoneses. Sin embargo, la Federación lo suspendió por 50 partidos, poniendo fin a su etapa en la élite del béisbol.

## La caída en picada y las deudas

Su mundo deportivo y acomodado comenzó a desmoronarse rápidamente, entrando en un ciclo de fracasos: pasó a jugar en equipos menores, realizó malas inversiones y empezó a contraer una creciente cantidad de deudas. Poco después de separarse de su primera esposa y de experimentar esta caída, un amigo en común le facilitó el contacto de Erin Spohr. La relación entre ambos se inició en 2010, en un contexto de vulnerabilidad económica para Serafini, quien en 2011 contrajo matrimonio con Erin en Hawái.

## La consolidación de una familia problemática

Entre 2013 y 2015, la situación financiera de Serafini se deterioró aún más. Los costos de su divorcio, sumado a la compra de un bar llamado The Oak Tavern (antes The Bullpen Bar), y una deuda acumulada de 14 millones de dólares, lo llevaron al borde de la bancarrota. Para hacer frente a sus obligaciones, solicitó ayuda a sus padres, quienes hipotecaron su casa y le entregaron 240,000 dólares. Sin embargo, esa cantidad no fue suficiente, y dependió cada vez más del apoyo económico de los padres de Erin para mantener su estilo de vida.

## La familia y las relaciones abiertas

La pareja tuvo dos hijos, nacidos en 2017 y 2020. De manera inexplicada, o quizás por motivos que aún se investigan, adoptaron una relación de matrimonio abierto, una dinámica que parecía funcionar para ellos, aunque resultaba poco convencional. Para mediados de 2021, su hijo mayor tenía tres años y el menor, ocho meses. Mientras tanto, la deuda de Serafini seguía creciendo, y los suegros de Daniel, personas adineradas y con un patrimonio en expansión, discutían con frecuencia sobre dinero y política. Una de las disputas más relevantes en ese período fue por la remodelación de una propiedad en Lake Tahoe, valorada en 3,5 millones de dólares, cuyo costo de renovación estimado era de 1,3 millones.

## La trágica visita y el desenlace fatal

El sábado 5 de junio de 2021, Erin Spohr llegó desde Reno con sus hijos pequeños a visitar a sus padres en la casa de Lake Tahoe. La propiedad, con vistas privilegiadas, era un verdadero paraíso. La familia había planeado pasar la tarde en ese escenario idílico, pero la historia daría un giro trágico que cambiaría sus vidas para siempre.