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Perú en crisis: la realidad oculta de la pobreza en el país

Escrito por radioondapopular
septiembre 8, 2025
Perú en crisis: la realidad oculta de la pobreza en el país

## La pobreza de tiempo en Perú: una dimensión oculta del bienestar

El concepto de pobreza abarca múltiples dimensiones, y una de ellas se relaciona con un recurso fundamental para el bienestar de las personas: el tiempo. La llamada *pobreza de tiempo* hace referencia a la escasez de horas libres disponibles para actividades recreativas, educativas o de desarrollo personal, tras cumplir con las responsabilidades laborales, domésticas y de cuidado. Esta situación puede perpetuar las desventajas en poblaciones vulnerables, como las que habitan en zonas rurales y las mujeres. Cuando la mayor parte del tiempo se destina al empleo y las tareas del hogar, el margen para estudiar, buscar mejores oportunidades laborales, emprender o simplemente descansar se reduce considerablemente.

## Datos recientes sobre la incidencia en Perú

Según la Encuesta Nacional de Uso del Tiempo (ENUT) 2024, en Perú casi 3 de cada 10 habitantes (29,6%) enfrentan pobreza de tiempo. La encuesta recopila información sobre las actividades diarias, incluyendo aquellas que se realizan de manera simultánea. La problemática afecta con mayor intensidad a las mujeres, con un porcentaje del 31,4%, y en las zonas rurales, donde alcanza el 34,2%. Además, el análisis por edad revela que la incidencia alcanza su punto máximo entre las personas de 31 a 65 años, con un 40,3% de pobreza de tiempo (Gráfico 1).

## Distribución del tiempo y sus implicaciones

Partiendo de las 168 horas semanales, se estima que en la zona urbana se dedican aproximadamente 96 horas al autocuidado, descanso, alimentación, higiene personal y actividades recreativas. En el ámbito rural, esta cifra aumenta a unas 100 horas. A estas horas se suman las dedicadas a tareas familiares, como las tareas domésticas y el cuidado de los miembros del hogar. En hogares urbanos con uno o dos integrantes, estas tareas requieren unas 46 horas semanales, mientras que en hogares con seis miembros, el tiempo dedicado puede llegar a 109 horas. En zonas rurales, los requerimientos oscilan entre 60 y 136 horas, según el tamaño del hogar.

Este esfuerzo no recae únicamente en una persona, sino que se distribuye entre los integrantes del hogar, en función de la organización familiar. En promedio, las mujeres asumen aproximadamente el 55% de esas horas, mientras que los hombres aportan cerca del 30%. Finalmente, se suman las horas dedicadas al empleo remunerado, que en promedio son 33,94 horas semanales para los hombres y 18,57 para las mujeres.

## Cálculo y medición de la pobreza de tiempo

Para determinar la pobreza de tiempo, se calcula el saldo restante restando las horas dedicadas a todas estas actividades de las 168 horas semanales. Cuando este saldo es negativo, la persona se clasifica como *pobre de tiempo*. La ENUT 2024 solicitó a los encuestados registrar sus actividades en un diario de 24 horas, divididas en bloques de 10 minutos. Cuando una persona realiza varias tareas simultáneamente, se emplean diferentes criterios para su valoración.

Una primera opción reconoce la multitarea: si en un mismo período de tiempo se realiza una actividad principal y otra simultánea, el tiempo se reparte entre ambas, reflejando que ambas demandan atención. Este método, que captura mejor la realidad de cargas superpuestas, refleja una pobreza de tiempo del 29,6%. La segunda opción considera solo la actividad principal, sin contabilizar las tareas simultáneas. Con este criterio, la pobreza de tiempo aumenta al 49,3% a nivel nacional. Los patrones por sexo, zona geográfica y ciclo de vida permanecen similares, aunque el método influye en la magnitud del problema.

## Comparación con datos de 2010 y análisis de tendencias

La comparación con los datos de la ENUT 2010 permite contextualizar los cambios en esta problemática. En aquel año, con un enfoque que también consideraba la multitarea, la pobreza de tiempo afectaba al 32,98% de la población mayor de 13 años. En esa época, la situación era más severa en mujeres y en zonas rurales, concentrándose especialmente en la población de mayor carga laboral y de cuidado, con valores cercanos al 46,5% entre los 31 y 65 años.

¿Podemos afirmar que la pobreza de tiempo ha disminuido en los últimos 14 años? La respuesta requiere cautela, ya que las metodologías de medición en ambos períodos difieren. En 2010, los datos se recopilaron mediante preguntas abiertas sobre el tiempo dedicado a cada actividad, sin un diario de 24 horas. Además, las clasificaciones de actividades no son exactamente comparables. Por ello, aunque las cifras sugieren una ligera mejora, no es posible afirmar con certeza una reducción significativa en este indicador.

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