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¡Los portaaviones están en peligro! Los drones y misiles antibuque amenazan su supervivencia en la era moderna

Escrito por radioondapopular
septiembre 14, 2025
¡Los portaaviones están en peligro! Los drones y misiles antibuque amenazan su supervivencia en la era moderna

El futuro de los portaaviones: ¿declive o reinvención?

Durante décadas, los portaaviones han sido símbolos indiscutibles del poder naval de las principales potencias mundiales. En 1986, su imagen se popularizó en la película “Top Gun”, que exaltaba la valentía y arrogancia de los pilotos navales. Sin embargo, en la actualidad, muchos expertos consideran que estos gigantes de acero podrían estar llegando a su fin, debido a la creciente eficacia de los misiles antibuque y nuevas tecnologías militares.

El general Mark Milley, ex presidente del Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos (2019-2023), expresó que en aproximadamente 20 años los portaaviones tradicionales podrían quedar obsoletos en el agua. «Es una gran pieza de acero que, lo siento, tuvo su mejor momento en Midway», afirmó, haciendo referencia a la Batalla de Midway durante la Segunda Guerra Mundial. La percepción de que los portaaviones están en declive contrasta con la determinación de muchas armadas de seguir invirtiendo en ellos.

Renovación en las fuerzas navales

Lejos de desechar sus portaaviones, países como Estados Unidos, China, Francia e India están apostando por modernizarlos y construir nuevas unidades. La clave para mantener su relevancia en la guerra moderna radica en la transformación de las alas aéreas que operan desde estos buques. La tendencia es reemplazar progresivamente los aviones tripulados por drones, que ofrecen ventajas en alcance, agresividad y rapidez de despliegue. Este cambio podría alterar las tácticas navales y la cultura militar tradicional.

En agosto, la Armada estadounidense anunció contratos con cuatro empresas de defensa para diseñar drones de combate llamados “leal wingmen”, que acompañarán a los aviones tripulados en las operaciones desde los portaaviones. Además, Turquía planea desplegar drones armados en el TCG Anadolu, un buque de asalto anfibio, y en noviembre, Corea del Sur utilizó un gran dron de 1,6 toneladas desde el ROKS Dokdo. Francia también proyecta incorporar drones en sus portaaviones para 2038, con modelos más grandes y armados previstos para 2040. China, por su parte, presentó el Tipo 076, una clase de buques de asalto con capacidad para lanzar drones a gran escala, exhibiendo algunos en un desfile militar en septiembre.

La transformación de la Marina Real Británica

La Marina Real Británica se encuentra entre las más ambiciosas en esta transición. Su nuevo jefe, el general Sir Gwyn Jenkins, anunció en una entrevista con The Economist que el gobierno le ha ordenado desplegar en los próximos cinco años una “ala aérea híbrida” compuesta por drones y aviones tripulados. La meta es que, para 2040, esta fuerza aérea esté completamente libre de tripulación, salvo en casos específicos como los aviones F-35 y helicópteros de transporte.

El objetivo es que los drones asuman tareas como la alerta temprana, el reabastecimiento en vuelo, la guerra antisubmarina y, eventualmente, algunas operaciones de ataque. La estrategia busca liberar a los pilotos para tareas especializadas y reducir los costos de operación y mantenimiento. Además, los drones pueden ser diseñados para asumir mayor riesgo y adaptarse rápidamente a nuevas misiones, dado que no enfrentan las mismas restricciones de seguridad y certificación que los aviones tradicionales.

Implicaciones y desafíos futuros

El avance en la incorporación de drones en las fuerzas navales plantea un cambio radical en las operaciones militares marítimas. Aunque por ahora los experimentos se centran en reconocimiento y logística, expertos como el contralmirante retirado Mark Montgomery advierten que la verdadera revolución será en ataques de largo alcance y furtivos. Drones como Malloy y Proteus podrían, en el futuro, lanzar armas y torpedos, multiplicando las capacidades de ataque de los portaaviones.

Este proceso de transformación conlleva desafíos, como garantizar la seguridad de los drones en entornos hostiles y desarrollar sistemas de control eficientes y seguros. Sin embargo, la tendencia es clara: los portaaviones del siglo XXI están en camino de convertirse en plataformas dominadas por tecnologías no tripuladas, que redefinirán las estrategias navales a nivel global.

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