Logo

Cambio climático: ola de calor, enfermedades y crisis emocional amenazan la vida diaria

Escrito por radioondapopular
septiembre 15, 2025
Cambio climático: ola de calor, enfermedades y crisis emocional amenazan la vida diaria

El impacto cotidiano del cambio climático: señales visibles y desafíos invisibles

El cambio climático deja marcas evidentes en nuestra vida diaria, aunque muchas veces no se perciban como parte de este fenómeno global. Las olas de calor cada vez más frecuentes, la escasez de agua y el aumento en los niveles de malestar emocional son solo algunos de los efectos que muestran su influencia. Expertos advierten que estas manifestaciones, aunque visibles, aún no generan la misma urgencia social que otros problemas inmediatos, como la inflación o la inseguridad.

La dificultad radica en identificar cómo las consecuencias del cambio climático se manifiestan en la cotidianidad, muchas veces de manera silenciosa. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) coinciden en que las altas temperaturas incrementan la incidencia de enfermedades relacionadas con el estrés térmico, la deshidratación y problemas cardiovasculares. Se estima que, entre 2030 y 2050, el cambio climático podría causar aproximadamente 250,000 muertes adicionales anualmente por causas vinculadas a la desnutrición, diarrea y golpes de calor.

Incremento de enfermedades y vulnerabilidad en regiones no afectadas

Pero el impacto no se limita a las altas temperaturas. La mayor variabilidad climática favorece la proliferación de enfermedades transmitidas por insectos, como dengue y malaria, que empiezan a afectar a regiones previamente menos expuestas a estos riesgos. El Fondo Internacional para el Bienestar Animal (IFAW) advierte que los cambios en los patrones climáticos están ampliando el alcance de estas enfermedades, complicando aún más los esfuerzos de control sanitario.

Por otro lado, el aumento de las temperaturas también provoca un incremento en la frecuencia y gravedad de las olas de calor, que afectan especialmente a las poblaciones más vulnerables. La exposición prolongada a temperaturas extremas incrementa la mortalidad y genera un incremento en las hospitalizaciones por problemas respiratorios, cardiovasculares y dermatológicos.

Consecuencias económicas y urbanas del cambio climático

El aspecto económico también se ve gravemente afectado. La reducción de cosechas provocada por sequías e inundaciones se traduce en un aumento en los precios de los alimentos, generando inseguridad alimentaria. La ONU señala que los fenómenos meteorológicos extremos son una de las principales causas del aumento global del hambre y la desnutrición, además de afectar la pesca, la agricultura y la ganadería, lo que a su vez impacta en la economía familiar y nacional.

Especialistas como Jesús Marcos Gamero Rus explican que las condiciones climáticas adversas elevan los costos de producción y vivienda, además del precio de la energía, especialmente en zonas donde la dependencia de fuentes afectadas por el clima es mayor. La vivienda en áreas menos expuestas también se encarece, generando desigualdades en la adaptación. Además, el incremento de las temperaturas urbanas crea las denominadas “islas de calor”, que pueden elevar la temperatura en zonas densamente construidas en hasta 12 °C respecto a áreas rurales cercanas, según la EPA.

La percepción pública y el riesgo a largo plazo

Una de las mayores dificultades para enfrentar el cambio climático es la percepción social. La información muchas veces es confusa o contradictoria, lo que contribuye a que la problemática sea vista como un riesgo a largo plazo y, por tanto, postergado en las agendas políticas y sociales. La falta de conciencia sobre la magnitud de los cambios masivos que hemos provocado en solo unos siglos, en comparación con millones de años de historia de la Tierra, limita la acción colectiva.

El especialista en sostenibilidad, Gamero Rus, resalta que en poco más de 200 años hemos alterado condiciones de vida que tardaron eones en establecerse. Este poder destructivo, aunque aún no totalmente percibido, se manifiesta en fenómenos cada vez más intensos y frecuentes, poniendo en riesgo no solo la biodiversidad, sino también la estabilidad social y económica global.

Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *