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Dina Boluarte cierra su mandato: impacto en la economía peruana

Escrito por radioondapopular
julio 28, 2025
Dina Boluarte cierra su mandato: impacto en la economía peruana

El último año de la presidencia de Dina Boluarte en Perú llega marcado por una incertidumbre económica y social que preocupa a analistas y ciudadanos por igual. A pesar de algunos indicadores macroeconómicos que muestran cierta recuperación, los niveles de pobreza y dificultad en el mercado laboral siguen siendo una realidad dura para millones de peruanos.

Según datos recientes del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), el 27,6% de la población vive en pobreza monetaria, lo que equivale a aproximadamente 9.4 millones de personas. Aunque esta cifra representa una ligera mejora respecto a años anteriores, aún está lejos de los niveles pre-pandemia, cuando la pobreza era del 20,5%. La pobreza extrema, que afecta a un 5,5% de la población, también ha bajado, pero sigue siendo considerable, especialmente en un contexto donde la recuperación económica no ha logrado revertir completamente las desigualdades sociales.

En el plano económico, Perú presenta señales mixtas. El Banco Central de Reserva del Perú (BCRP) informó que el Producto Interno Bruto (PIB) creció un 2,7% en mayo y un 3,1% en los primeros cinco meses de 2025. El sector no primario, que incluye industrias, comercio y servicios, mostró un crecimiento del 3,6%, superando las cifras de abril del año pasado. Sin embargo, los sectores extractivos, como minería y petróleo, registraron una ligera caída del 0,2%, evidenciando aún la vulnerabilidad ante fluctuaciones en la producción de materias primas.

Por otro lado, las expectativas empresariales y de los consumidores han mostrado cierta desaceleración. La encuesta mensual del BCRP refleja una disminución en la percepción sobre la economía a corto y mediano plazo. La confianza a tres meses bajó ligeramente, aunque sigue en niveles optimistas, mientras que las expectativas a un año mostraron una moderada caída, señal de creciente cautela ante la incertidumbre política y económica.

La inflación se mantiene estable en torno al 1,7% anual, dentro del rango previsto por el BCRP, que mantiene la tasa de interés en un 4,5%. En cuanto al mercado laboral, el INEI reportó que la población ocupada alcanzó los 5,48 millones de personas entre abril y junio, con un aumento del 0,4% respecto al año anterior. La tasa de desempleo se estabiliza en torno al 6,3%, reflejando una recuperación parcial tras los efectos de la pandemia.

Fiscalmente, Perú mantiene un déficit del 2,6% del PIB en los últimos doce meses, con proyecciones que apuntan a una reducción progresiva para 2025 y 2026. La deuda pública, que actualmente equivale al 32,6% del PIB, continúa siendo la más baja en la región, brindando cierta estabilidad en las finanzas nacionales. En el frente cambiario, el dólar se cotiza en torno a S/3,55, con una tendencia a la baja que, según analistas como Credicorp, podría mantener una presión depreciatoria moderada para fin de año.

El comercio exterior presenta contrastes: las exportaciones en el primer semestre de 2025 totalizaron aproximadamente US$12,3 mil millones, una caída del 1,5% respecto al período anterior, principalmente por la reducción en las ventas de productos mineros tradicionales. En contraste, las importaciones aumentaron un 11,5%, impulsadas por mayores compras de bienes de capital y bienes de consumo. La balanza comercial registra un superávit mensual de US$1.355 millones, acumulando más de US$26 mil millones en el último año.

El Gobierno también reporta un incremento en la recaudación tributaria, que en los primeros seis meses de 2025 creció un 13,8%, alcanzando S/89.348 millones. Sin embargo, las autoridades advierten que aún persisten desafíos en la sostenibilidad de estos ingresos, debido a la alta meta fiscal establecida y las dificultades para incrementar la recaudación de manera sostenida.

En conclusión, Perú enfrenta un escenario complejo en el cierre del mandato de Boluarte, con signos de recuperación económica, pero con desafíos estructurales en pobreza, empleo y sostenibilidad fiscal. La gestión del próximo año será crucial para consolidar avances y abordar las desigualdades que aún aquejan al país.

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