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Robert Redford dudó meses antes de aceptar su icónico papel en «The Way We Were» y transformó su romance en cine en una de

Escrito por radioondapopular
septiembre 16, 2025
Robert Redford dudó meses antes de aceptar su icónico papel en «The Way We Were» y transformó su romance en cine en una de





La historia detrás de «The Way We Were»: conflictos y perseverancia

El romance inolvidable y los desafíos en la producción de «Nuestros años felices»

La película “The Way We Were”, conocida en español como “Nuestros años felices” (1973), se ha consolidado como uno de los dramas románticos más emblemáticos del cine. La química entre Barbra Streisand y Robert Redford y la memorable canción que lleva el mismo título contribuyeron a que la cinta se convirtiera en un clásico del género, dirigida por Sydney Pollack.

Sin embargo, detrás de esa historia de amor en pantalla se escondían tensiones y obstáculos que casi frenan la realización del filme. Desde conflictos en el guion hasta la resistencia inicial de Redford a aceptar el papel, la producción atravesó momentos de gran dificultad. La historia que se desarrolla en la película, basada en la novela de Arthur Laurents, refleja la vida de dos jóvenes con ideologías opuestas, en un contexto de tensión social y política en Estados Unidos.

El origen y la inspiración de la historia

Laurents, quien también fue responsable del guion, basó la trama en sus experiencias personales en la Universidad de Cornell y en su participación en el Comité de Actividades Antiestadounidenses, una organización que marcó a toda una generación de intelectuales y artistas en los años 30 y 40. La historia comienza en 1937, cuando Katie, una joven judía, activista y marxista, se cruza con Hubbell, un estudiante protestante, acomodado y con talento para la escritura, pero poco interesado en la política.

El contraste entre ambos personajes es fundamental: ella apasionada y comprometida, mientras que él es apático y conformista. La narrativa explora cómo estas diferencias irreconciliables afectan su relación, desde la juventud hasta la adultez, en medio de un trasfondo de guerra, persecución política y cambios sociales.

Conflictos en la producción y la resistencia de Redford

Tras la Segunda Guerra Mundial, la pareja se enamora, se casa y se traslada a Hollywood, donde Hubbell comienza a trabajar como guionista. Sin embargo, el clima de paranoia y las persecuciones del macartismo, además del activismo de Katie, amenazan con destruir su matrimonio. La infidelidad de Hubbell y sus diferencias irreconciliables llevan a la separación, dejando una de las despedidas más emotivas del cine clásico.

En cuanto a la participación de Redford, el actor inicialmente se mostró reacio a aceptar el papel. La actriz y productora Streisand fue quien propuso a Redford para interpretar a Hubbell, pero él rechazó el rol durante ocho meses. En una autobiografía, Streisand relata que Redford consideraba a Hubbell como un personaje superficial, sin carácter, y criticaba el guion, calificándolo como “un trozo de basura”.

Redford argumentaba que el personaje era demasiado pasivo y que la historia giraba demasiado en torno a Katie, lo que lo hacía poco interesante para él. La actriz, sin embargo, confiaba en que solo Redford podía aportar la fuerza necesaria para dar equilibrio a la historia y convencer a la audiencia.

El esfuerzo por convencer a Redford y mejorar el guion

Streisand y Pollack se unieron en una campaña de persuasión para convencer a Redford de unirse al proyecto. El director, amigo cercano del actor, insistió en que aceptara, mientras que Streisand presionaba a los productores para que enriquecieran el guion y dieran mayor profundidad a Hubbell. Para ello, contrataron a guionistas como David Rayfiel y Alvin Sargent, quienes reescribieron varias escenas para fortalecer el carácter del personaje masculino.

El proceso fue largo y demandante. Incluso cuando el productor Ray Stark consideró reemplazar a Redford, Streisand y Pollack pidieron una semana adicional de negociaciones, sin rendirse en su empeño por mantener al actor en el elenco.

Finalmente, gracias a la persistencia y a la reescritura del guion, Redford aceptó participar en la película, logrando que su interpretación aportara la profundidad que el personaje requería. La colaboración de todos los implicados fue clave para convertir a “The Way We Were” en una obra que sigue siendo recordada y admirada décadas después.


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