Roberto Redford pierde papel clave por ser demasiado guapo y su carrera podría haber sido diferente

La historia detrás de un papel perdido que pudo cambiar la carrera de Robert Redford

Algunos roles en la industria del cine dejan una huella imborrable en la trayectoria de un actor, pero también existen historias de oportunidades perdidas que, en ocasiones, definen caminos distintos. En el caso de Robert Redford, la carrera pudo haber sido diferente si hubiera logrado obtener un papel que persiguió con entusiasmo, pero que finalmente fue a parar a otro actor. Esta historia refleja en qué medida un solo casting puede alterar el destino profesional de un artista.

En 1966, Redford apenas comenzaba su andadura en el mundo del cine, con participaciones en películas menores como Soldado o cazador y la comedia Me casaré contigo, junto a Anthony Perkins y Jane Fonda, quien después se convirtió en una amiga cercana y colaboradora frecuente. Antes de esto, había ganado reconocimiento por interpretar a una versión de la Muerte en un capítulo de La dimensión desconocida. Sin embargo, su primer papel relevante en la gran pantalla fue en La jauría humana, que le permitió hacerse un nombre en Hollywood.

El papel que pudo haber cambiado su destino

El director Mike Nichols, amigo cercano de Redford, buscaba un actor para interpretar a Benjamin Braddock en su próximo proyecto, El graduado. Después de entrevistar a numerosos talentos sin éxito, Nichols le preguntó directamente a Redford por qué él no podía interpretar dicho papel. La respuesta del actor fue sincera, y la razón radicaba en las diferencias fundamentales entre él y el personaje.

En una anécdota famosa, Nichols contó que Redford le pidió ser Benjamin. La respuesta fue que no podía hacerlo, ya que el personaje era un joven inseguro, con miedo al fracaso y a las relaciones amorosas. Nichols explicó que Redford, en su esencia, no encajaba en ese perfil, ya que para él, fracasar con una mujer era una idea casi impensable. Esta conversación refleja cómo las características personales pueden influir en las decisiones de casting y, en consecuencia, en la trayectoria de un actor.

## La elección y su impacto en la historia del cine

Finalmente, Dustin Hoffman fue seleccionado para interpretar a Benjamin Braddock, y su actuación catapultó su carrera a la fama. El graduado se convirtió en un éxito de taquilla y en un clásico del cine, abriendo puertas a Hoffman en títulos como Cowboy de medianoche, Perros de paja y Papillon. Más tarde, Hoffman protagonizó obras icónicas como Kramer contra Kramer y Rain Man, por las que recibió dos premios Oscar a Mejor Actor, consolidando su estatus en Hollywood.

Por su parte, Robert Redford continuó construyendo una carrera sólida, aunque algunos consideran que no alcanzó el mismo nivel de reconocimiento en ciertos papeles que Hoffman. Sin embargo, Redford sí dejó una huella indeleble en la historia del cine con películas como Todos los hombres del presidente, donde compartió pantalla con Hoffman. La película, que relata la investigación del Watergate, se convirtió en un clásico y en uno de los hitos del cine de los años 70.

En definitiva, la historia de Redford y Hoffman es un ejemplo de cómo el destino en Hollywood puede depender de detalles, decisiones y, a veces, de la simple coincidencia de un casting. Aunque Redford nunca pudo interpretar a Benjamin Braddock, su carrera sigue siendo un testimonio de talento y perseverancia en la industria.