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Cerebro en crisis: Experiencias cercanas a la muerte revelan tormenta de neurotransmisores y sensación de trascendencia

Escrito por radioondapopular
septiembre 28, 2025
Cerebro en crisis: Experiencias cercanas a la muerte revelan tormenta de neurotransmisores y sensación de trascendencia

¿Qué sucede en el cerebro durante una experiencia cercana a la muerte?

Cuando una persona se acerca a la frontera entre la vida y la muerte, su cuerpo atraviesa cambios fisiológicos complejos. El corazón puede detenerse, la circulación sanguínea se detiene y el cerebro enfrenta condiciones extremas. Estos episodios no son simples apagones, sino que desencadenan un fenómeno conocido como experiencias cercanas a la muerte (ECM). Durante estas, la mente produce imágenes vívidas, emociones profundas y una sensación de trascendencia que fascinan tanto a científicos como a quienes las viven.

El papel de los neurotransmisores y el modelo NEPTUNE

Recientes investigaciones, como las publicadas en Nature Reviews Neurology, han permitido comprender mejor estos procesos. Un equipo liderado por la neurocientífica Charlotte Martial en la Universidad de Lieja desarrolló el modelo NEPTUNE, que integra décadas de estudios en neurobiología, psicología y farmacología para explicar los mecanismos cerebrales en estos momentos críticos.

De acuerdo con este modelo, cuando el flujo sanguíneo y el oxígeno en el cerebro disminuyen, este entra en una fase de hiperactividad breve pero intensa. Esta sobrecarga genera un desequilibrio metabólico que provoca una liberación masiva de neurotransmisores, incluyendo serotonina, dopamina, glutamato, noradrenalina, GABA, acetilcolina y endorfinas. Estos químicos activan circuitos neuronales que producen sensaciones y percepciones diversas, como túneles de luz, encuentros con seres queridos fallecidos o una sensación de paz absoluta.

Neuroquímica y experiencias sensoriales

El aumento de serotonina en situaciones de hipoxia severa puede inducir visiones similares a las provocadas por sustancias psicodélicas, como el DMT o la psilocibina. Esto explicaría fenómenos como los túneles de luz y las percepciones de paisajes extraordinarios. Además, las endorfinas y el GABA contribuyen a crear sensaciones de calma y reducir el dolor, mientras que la dopamina intensifica la carga emocional del episodio.

Otros neurotransmisores, como la acetilcolina y la noradrenalina, participan en la formación de recuerdos, permitiendo que las personas rememoren detalles incluso si permanecieron inconscientes durante la experiencia. La interacción de estos químicos en el cerebro resulta en una reacción organizada que depende de factores individuales y fisiológicos.

Implicaciones evolutivas y consideraciones finales

Según los autores del estudio, esta respuesta cerebral no sería aleatoria. Podría tratarse de una estrategia evolutiva de supervivencia, similar a la tanatosis en animales, un mecanismo de disociación que permite soportar condiciones extremas. Cuando ni la lucha ni la huida son posibles, el cerebro activa un estado disociativo que desconecta al individuo del dolor físico y la percepción del entorno, manteniendo cierta conciencia interna.

Es importante señalar que no todas las experiencias cercanas a la muerte son positivas. Aunque muchas testimonian sensaciones de paz y amor, existen episodios marcados por miedo, angustia o visiones oscuras. La reacción depende de las condiciones físicas, emocionales y las creencias de cada persona, además del contexto en el que sucede.

Este modelo abre nuevas perspectivas sobre las funciones del cerebro en momentos límite y cómo estas experiencias pueden tener un impacto duradero en quienes las viven, además de ofrecer una visión científica de fenómenos que, durante mucho tiempo, se han considerado misteriosos.

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