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Macron y Starmer exigen a Europa destruir la «flota fantasma» rusa y frenar su avance en la guerra

Escrito por radioondapopular
octubre 2, 2025
Macron y Starmer exigen a Europa destruir la «flota fantasma» rusa y frenar su avance en la guerra






Macron y Starmer llaman a intensificar la presión en la lucha contra la flota fantasma rusa

Macron y Starmer piden reforzar las acciones contra la flota rusa para cortar sus recursos

El presidente francés, Emmanuel Macron, y el primer ministro británico, Keir Starmer, instaron este jueves a Europa a aumentar la presión sobre la llamada «flota fantasma» rusa. El objetivo de estas medidas es bloquear las fuentes de financiación de Moscú y prevenir posibles bases para el lanzamiento de drones. Sus declaraciones se realizaron durante un coloquio en el marco de la cumbre de la Comunidad Política Europea (CPE), que reunió a unos 47 líderes de la Unión Europea, el Reino Unido, Ucrania y países del este del continente.

Macron destacó la importancia de interceptar estos barcos para desmantelar completamente la organización de esta flota clandestina. «Al bloquear estos buques, estamos debilitando la estructura que financia y apoya a Rusia en su agresión a Ucrania», afirmó. Durante su intervención, también hizo referencia a una reciente operación militar francesa en la que se abordó un petrolero ruso frente a la costa atlántica, deteniendo al comandante y su segundo por irregularidades en la identificación del buque, en el marco de una investigación judicial.

Operaciones recientes y medidas contra la financiación de Rusia

El petrolero interceptado por Francia, conocido como Boracay, navegaba bajo bandera de Benín y ya estaba en la lista negra de la Unión Europea por formar parte de la «flota fantasma» utilizada por Rusia para evadir sanciones internacionales. La operación tuvo lugar el sábado pasado, cuando militares franceses abordaron la embarcación, que también recibe los nombres de Pushpa o Kiwala. Posteriormente, la fiscalía informó del arresto de dos tripulantes, incluyendo al comandante y su segundo, en el marco de una investigación por «falta de justificación de la nacionalidad del buque» y «rechazo a obedecer órdenes». Actualmente, un destacamento francés permanece a bordo del buque, que se encuentra fondeado en el puerto de Saint-Nazaire.

El gobierno francés también señaló que este buque, que operaba en la zona del Atlántico, estaría involucrado en actividades que violan las sanciones internacionales. La presencia de estos barcos, que cambian frecuentemente de nombre y pabellón, y que ocultan su verdadera propiedad mediante el uso de paraísos fiscales, complican los esfuerzos de control y seguimiento. Además, estos buques suelen apagar sus transpondedores durante transferencias en alta mar, dificultando aún más su localización.

Implicaciones de la flota fantasma en la guerra y la seguridad europea

El Boracay, de 244 metros de eslora y construido en 2007, ha sido vinculado a actividades de inteligencia, incluyendo vuelos de drones que en septiembre interrumpieron el tráfico aéreo en Dinamarca. Según The Maritime Executive, el buque podría haber servido como plataforma de lanzamiento o señuelo en estas operaciones, que también afectaron a instalaciones militares en Polonia y Estonia. Los análisis de seguimiento sitúan a esta embarcación en las cercanías de Dinamarca entre el 22 y 25 de septiembre.

Este patrón de cambios de nombre, uso de pabellones de conveniencia y transferencias en alta mar son tácticas habituales de la «flota fantasma» rusa, diseñada para eludir las sanciones internacionales y complicar su rastreo. Propietarios de estos buques suelen residir en paraísos fiscales, y los barcos frecuentemente apagan sus transpondedores durante operaciones de transferencia, dificultando su control por parte de las autoridades europeas.

Los esfuerzos de Francia y el Reino Unido reflejan una estrategia coordinada para intensificar las inspecciones y fortalecer los controles marítimos en busca de estos buques. La comunidad internacional busca, de esta forma, cortar los recursos económicos que sostienen la agresión rusa en Ucrania y aumentar la presión para que Moscú cambie su estrategia militar y económica en la región.


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