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Drones explosivos del narco: ¿El nuevo armamento que amenaza la frontera y cómo el CJNG y el Cártel de Sinaloa los usan en sus enfrentamientos?

Escrito por radioondapopular
julio 29, 2025
Drones explosivos del narco: ¿El nuevo armamento que amenaza la frontera y cómo el CJNG y el Cártel de Sinaloa los usan en sus enfrentamientos?

El uso de drones explosivos y testimonios desde el interior del crimen organizado

Los ataques con drones explosivos ya no son una innovación exclusiva en zonas como Michoacán, donde han sembrado terror en comunidades enteras. Actualmente, esta modalidad preocupa también a las autoridades de Estados Unidos. Hace unos días, funcionarios advirtieron que los cárteles mexicanos podrían emplear estos dispositivos para atacar la frontera, ya que en el último semestre de 2024 se detectaron más de 27 mil vuelos no autorizados.

En medio de esta alerta, un exintegrante del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) reveló detalles sobre el funcionamiento interno del grupo criminal. En una entrevista con el youtuber Gafe423, conocido como “Lima”, explicó cómo se realiza el reclutamiento, el entrenamiento y la operación de drones modificados como armas. Su testimonio ofrece una visión profunda de la estructura y las estrategias que han transformado la violencia en distintas regiones del país.

La historia de Lima y su incorporación al crimen organizado

A los 16 años, Lima describe cómo pasó de realizar tareas menores a formar parte activa del CJNG. A diferencia de otros relatos, asegura que su ingreso no fue motivado por la necesidad económica, ya que sus padres tenían profesiones estables. En cambio, buscaba reconocimiento en su comunidad, lo que lo llevó a abandonar la escuela y adentrarse en actividades ilícitas.

Su entrenamiento, conocido en el entorno como “la diestra”, buscaba moldear a los nuevos reclutas para que se adaptaran a las exigencias del cártel. Lima fue llevado a una casa especialmente acondicionada para el entrenamiento, donde estuvo semanas sometido a rutinas físicas extremas y privaciones, diseñadas para fortalecer su resistencia y disciplina.

El riguroso proceso de adiestramiento

Durante su formación, Lima relata jornadas agotadoras que comenzaban antes del amanecer y se extendían hasta altas horas de la noche. Los reclutas debían correr largas distancias con chalecos balísticos, botas, mochilas llenas de piedras y equipo táctico, simulando las condiciones que enfrentarían en operaciones reales en zonas rurales. Además, practicaban recorrer obstáculos, arrastrarse bajo fuego y realizar combates cuerpo a cuerpo.

Otro aspecto fundamental era el entrenamiento con armas de uso militar. Los reclutas aprendían a montar, desmontar y limpiar armamento en tiempos récord, bajo la supervisión estricta de instructores que castigaban cualquier error de inmediato. La alimentación también era limitada, con raciones mínimas que en ocasiones consistían en una lata de atún y un huevo cocido, e incluso días sin comida como forma de sanción.

Disciplina, castigos y selección final

Las reglas dentro del campamento eran estrictas. Se prohibía cualquier interacción personal o la formación de amistades, y la vigilancia era constante. Los castigos físicos eran comunes y severos, incluyendo golpes, insultos y ejercicios adicionales, especialmente para quienes demostraban debilidad física o mental. La intención era quebrar la voluntad de los reclutas y garantizar la obediencia absoluta.

El rendimiento durante el adiestramiento determinaba el destino de cada uno. Los indisciplinados o poco confiables eran enviados a zonas peligrosas con escasas probabilidades de sobrevivir, mientras que los más leales y eficaces eran integrados en unidades especializadas, como las fuerzas de élite o los “droneros”. Tras completar esta fase, Lima fue seleccionado para formar parte del equipo de drones del CJNG, una de las unidades más peligrosas y tecnológicamente avanzadas del cártel.

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