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Expertos alertan: La relación entre dieta y sueño revela alimentos que podrían mejorar tu descanso, pero aún sin soluciones mágicas

Escrito por radioondapopular
octubre 9, 2025
Expertos alertan: La relación entre dieta y sueño revela alimentos que podrían mejorar tu descanso, pero aún sin soluciones mágicas

La relación entre alimentación y sueño: ¿qué alimentos pueden mejorar nuestro descanso?

La búsqueda de alimentos y bebidas que contribuyan a un sueño reparador ha cobrado gran interés en los últimos años. Sin embargo, la ciencia aún no ha identificado una solución definitiva o un ingrediente milagroso que garantice un descanso óptimo. Expertos consultados por The New York Times señalan que, aunque no existen productos mágicos, la calidad del sueño sí está influenciada por los hábitos alimenticios y la dieta en general.

¿Qué alimentos pueden favorecer un mejor sueño?

Diversos estudios recientes analizan la relación entre ciertos alimentos y la mejora en la calidad del descanso. Marie-Pierre St-Onge, profesora asociada de medicina nutricional en la Universidad de Columbia, explicó que investigaciones con muestras pequeñas sugieren que el consumo de dos porciones diarias de jugo de cereza ácida —una por la mañana y otra antes de dormir— puede aumentar la duración del sueño y reducir los despertares nocturnos en comparación con quienes toman un placebo.

Otros alimentos que han mostrado potencial para favorecer el sueño incluyen tomates crudos (unos 255 gramos, dos horas antes de acostarse), kiwis (dos, una hora antes de dormir) y nueces (una tercio de taza durante el día). La evidencia sugiere que estos alimentos pueden tener efectos positivos en la calidad del descanso.

El papel de la melatonina en el sueño

Según Michael Grandner, director del programa de investigación sobre sueño y salud en la Universidad de Arizona, estos alimentos contienen melatonina, una hormona que regula el ciclo de sueño-vigilia y ayuda a señalarle al cerebro cuándo es hora de dormir. Entre los productos ricos en melatonina se encuentran arroz, avena, arándanos rojos, semillas de girasol, almendras, pistachos y algunas setas. Sin embargo, la evidencia directa todavía es limitada, y se requiere más investigación para confirmar sus efectos.

El triptófano, aminoácido esencial presente en alimentos como pollo, pescado, queso, semillas de girasol, tofu y alubias blancas, también participa en la producción de melatonina. Aunque los estudios al respecto son escasos, algunos pequeños experimentos sugieren que aumentar el consumo de estos alimentos podría tener beneficios para el sueño, especialmente cuando se combinan con otros hábitos saludables.

La importancia de una dieta equilibrada

Más allá de alimentos específicos, expertos como Marie-Pierre St-Onge recomiendan mantener una dieta equilibrada que incluya frutas, verduras, carbohidratos complejos como la fibra y grasas saludables provenientes de fuentes como el salmón, el aceite de oliva y los frutos secos. La evidencia indica que estas prácticas alimenticias están asociadas con un mejor descanso nocturno.

Arman Arab, investigador en el Brigham and Women’s Hospital de Boston, lideró un metaanálisis que encontró que quienes siguen una dieta mediterránea tienen menor incidencia de insomnio. Esta dieta, rica en alimentos vegetales y grasas saludables, también aporta antioxidantes y compuestos antiinflamatorios que pueden reducir las alteraciones del sueño.

Limitaciones y consideraciones finales

Por último, los especialistas advierten sobre las limitaciones de la evidencia actual. Muchos de los estudios disponibles son de tamaño reducido o se han realizado en grupos específicos, como atletas de élite o adultos en condiciones particulares. Por ello, aunque una alimentación saludable puede favorecer el sueño, no existe una fórmula única o garantizada.

En conclusión, adoptar una dieta equilibrada y variada, rica en frutas, verduras, grasas saludables y alimentos que contienen melatonina y triptófano, puede representar un paso importante para mejorar la calidad del descanso nocturno. Sin embargo, es fundamental complementar estos hábitos con otras prácticas, como mantener horarios regulares de sueño y reducir el consumo de sustancias estimulantes antes de acostarse.

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