¡Alerta máxima en Filipinas! Tsunami inminente tras terremoto devastador de 7.4 en el sur

Este viernes, Filipinas emitió una alerta de tsunami tras registrar un fuerte terremoto de magnitud 7.4 en la región sur del país, generando preocupación por posibles daños y réplicas. La Oficina Nacional de Sismología del archipiélago advirtió sobre el peligro inminente y solicitó a la población que tome precauciones inmediatas.

El sismo ocurrió a las 09:43 hora local (01:43 GMT), a unos 20 kilómetros de la ciudad de Manay, ubicada en la isla de Mindanao, según datos del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS). La magnitud del evento sísmico fue significativa y, según el Instituto Filipino de Vulcanología y Sismología (Phivolcs), se anticipa que pueda generar un tsunami destructivo con olas que podrían poner en riesgo vidas humanas en la costa este del archipiélago.

Ante la amenaza, las autoridades filipinas recomendaron a los residentes de las zonas afectadas evacuar de inmediato hacia áreas elevadas o desplazarse tierra adentro, buscando refugio en lugares seguros. Hasta el momento, no se han reportado daños materiales ni víctimas fatales, aunque las autoridades permanecen en alerta ante posibles réplicas del sismo.

Este evento sísmico se produce apenas dos semanas después de otro terremoto de gran magnitud en la misma región, que dejó 74 muertos y aproximadamente 72,000 personas desplazadas en la isla de Cebú. La cercanía temporal entre ambos eventos ha aumentado la preocupación sobre la vulnerabilidad de Filipinas frente a estos fenómenos naturales.

Por otra parte, en Ecuador, el despliegue militar en Quito continúa en medio de protestas indígenas, con aproximadamente 3,000 efectivos en las calles para evitar actos de vandalismo y la destrucción de bienes públicos y privados, según informó el Ejército. La tensión social en el país sudamericano también ha sido destacada en las noticias recientes.

Este tipo de eventos resaltan la importancia de las medidas de prevención y la preparación ante desastres naturales en regiones propensas a terremotos y tsunamis. Las autoridades filipinas continúan monitoreando la situación y actualizando las recomendaciones para garantizar la seguridad de la población.