Un interno procesado por extorsión logró escapar del penal de Piura, en un hecho que ha agravado la crisis de seguridad en los centros penitenciarios del país. La fuga ocurrió en un contexto que llevó a la rápida remoción del director y subdirector del establecimiento.

El domingo 19 de octubre de 2025, Krisman Nizama Ponce, de 31 años y con proceso por extorsión, fue reportado como ausente en el área del tópico del Establecimiento Penitenciario de Piura. Según informó el Instituto Nacional Penitenciario (INPE), la desaparición fue detectada a las 06:30 a.m. durante la revisión rutinaria realizada por el personal de seguridad.

De inmediato, las autoridades activaron los protocolos de seguridad y desplegaron una búsqueda exhaustiva tanto en el interior del penal como en las zonas cercanas. El INPE comunicó que se notificó a la Policía Nacional del Perú y al Ministerio Público, quienes asumieron la investigación y los operativos para recapturar al interno desaparecido.

Como medida inmediata, se decidió remover del cargo al director y subdirector del penal. Además, la Oficina de Asuntos Internos se desplazó a Piura para conducir una investigación administrativa que permita determinar las responsabilidades en la fuga. El INPE reafirmó su compromiso de mantener el orden, la disciplina y la autoridad en los centros penitenciarios, además de esclarecer las circunstancias de este incidente.

Este caso en Piura se suma a una serie de fugas y hechos graves en cárceles ocurridos en los últimos días. El viernes 17 de octubre, un interno de nacionalidad venezolana logró evadir la custodia en el penal de Huaral. La rápida reacción de las autoridades llevó a la destitución del director de ese centro, en un esfuerzo por mejorar la seguridad y el control en las prisiones.

Asimismo, ha surgido preocupación por la seguridad del personal penitenciario. En el penal de Chincha, el director recibió amenazas mediante videos enviados a su teléfono móvil, presuntamente para impedir el traslado de un recluso conocido como “Cabezon Pier”. Estos hechos reflejan la influencia que aún mantienen las mafias dentro de los centros penitenciarios y la dificultad del Estado para contenerlas.

El Instituto Nacional Penitenciario enfrenta cuestionamientos respecto a la eficacia de sus protocolos de seguridad y la integridad de su personal. La celeridad en la remoción de los funcionarios, junto con la apertura de investigaciones penales y administrativas, demuestra el interés de la institución en sancionar posibles omisiones o complicidades.

Desde el INPE aseguran que su compromiso con la seguridad en las cárceles permanece firme. La institución afirma que continuará implementando acciones disciplinarias y correctivas en caso de detectar fallas o hechos delictivos dentro de los establecimientos penitenciarios.

Por el momento, las fuerzas policiales mantienen la búsqueda activa de Krisman Nizama Ponce. No hay informes oficiales sobre su paradero, y los procesos internos siguen en marcha para esclarecer las circunstancias de su fuga.