¡Bolivia vuelve a la derecha! Rodrigo Paz derrota al socialismo tras 20 años de Evo Morales

¿Qué ocurrió en Bolivia?

Este domingo, Bolivia eligió a su nuevo presidente en una segunda vuelta electoral que enfrentó a dos candidatos de derecha. El ganador fue Rodrigo Paz, un economista de 58 años, quien obtuvo el 54,5% de los votos, superando al exmandatario Jorge Quiroga, que recibió el 44,5%. La elección marca el fin de un ciclo de 20 años de gobiernos socialistas, liderados inicialmente por Evo Morales.

La victoria de Paz significa un cambio de rumbo para Bolivia, que desde 2006 estuvo bajo la influencia de políticas socialistas. Ahora, el país enfrenta el desafío de superar una de las peores crisis económicas en las últimas cuatro décadas. La elección fue vista como una señal clara de rechazo a las políticas del pasado y una oportunidad para impulsar nuevas estrategias económicas y sociales.

Repercusiones y contexto político

Rodrigo Paz, hijo del expresidente Jaime Paz Zamora (1989-1993), asumirá oficialmente el cargo el próximo 8 de noviembre. Con su llegada, será el tercer miembro de su familia en ocupar la máxima autoridad del país, tras su padre y su tío abuelo, Víctor Paz Estenssoro.

Este cambio de liderazgo también representa el cierre de un ciclo iniciado en 2006 por Evo Morales, quien nacionalizó los recursos naturales, rompió relaciones con Estados Unidos y fortaleció vínculos con países emergentes como China, Rusia e Irán, además de estrechar lazos con otros gobiernos de izquierda en Latinoamérica.

Bolivia, que en años recientes experimentó un crecimiento económico significativo, actualmente enfrenta dificultades. El Banco Mundial proyecta que la economía del país entrará en recesión al menos hasta 2027, y la inflación en septiembre alcanzó un 23% interanual. La economía se ve afectada por la caída de los precios de los recursos y las crisis internas.

Expectativas y propuestas de Paz

Durante su campaña, Rodrigo Paz expresó su intención de gobernar a través del consenso y la colaboración. En una visita a un centro de votación en Tarija, en el sur del país, afirmó: «Si el pueblo de Bolivia me da la oportunidad de ser presidente, mi enfoque será el diálogo y la unión». Su liderazgo representa un cambio de dirección en un país que busca estabilidad y crecimiento en medio de la incertidumbre económica y política.

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