Trump desafía la tradición: demolición en la Casa Blanca para construir un gigantesco salón de baile de 8,000 m²

Inicio de las obras para un nuevo salón de baile en la Casa Blanca

Las obras para construir un salón de baile en la Casa Blanca comenzaron este lunes, marcando un cambio en la residencia presidencial de Estados Unidos. La demolición de parte del ala este del edificio fue visible, a pesar de que el presidente Donald Trump había asegurado previamente que el nuevo espacio sería un anexo independiente, sin afectar la estructura original del inmueble.

Imágenes de las máquinas de demolición trabajando en la residencia fueron difundidas por varios corresponsales, quienes documentaron los primeros avances del proyecto. Aunque en un comunicado reciente la Administración Trump afirmó que la nueva construcción estaría «separada de manera sustancial» del edificio principal, la realidad parece indicar lo contrario. La presencia de maquinaria en el ala este mostró que la estructura original sí será modificada en cierta medida.

## Detalles del proyecto y sus implicaciones

Un funcionario anónimo de la Casa Blanca confirmó al diario The Washington Post que las obras que se están llevando a cabo corresponden a la construcción del nuevo salón de baile, que reemplazará parte del ala este. La intención es crear un espacio que, según el plan, funcione como un área adicional para eventos y recepciones oficiales.

El nuevo salón tendrá aproximadamente 8,000 metros cuadrados de superficie y podrá albergar hasta 900 invitados, según declaraciones de Trump a la cadena NBC la semana pasada. El costo estimado del proyecto es de unos 200 millones de dólares, financiados en su mayoría con donaciones del propio presidente y otros patrocinadores patriotas.

## Detalles técnicos y diseño del nuevo espacio

La construcción está a cargo de la constructora Clark, con sede en Virginia, responsable de obras emblemáticas en Washington como el estadio Capital One Arena y el parque L’Enfant Plaza. El diseño del salón será realizado por la firma McCrery Architects, que mantendrá el estilo neoclásico característico de la Casa Blanca, respetando la estética tradicional del inmueble.

Este proyecto ha generado debates sobre la transformación de uno de los símbolos históricos de Estados Unidos, aunque la Casa Blanca asegura que se respetarán los aspectos más relevantes del patrimonio arquitectónico. La obra busca modernizar y ampliar las capacidades de la residencia presidencial para eventos oficiales y ceremoniales.