En apenas quince días al frente del Ejecutivo, el presidente interino José Jerí ha definido claramente su línea estratégica: adoptar un modelo de “mano dura” contra la criminalidad, similar al llevado a cabo por su homólogo salvadoreño, Nayib Bukele.

La evidencia más concreta de este cambio de rumbo se refleja en gestos simbólicos y acciones recientes. Jerí ha visitado penales como Castro Castro y Ancón I, con la camisa remangada y en actitud decidida, caminando entre los reclusos y acompañado por las fuerzas policiales y del INPE. Estas incursiones evidencian su intención de mostrar un enfoque más firme en la lucha contra el crimen.

Este abrupto giro hacia el estilo de Bukele no es producto de una mera coincidencia. Detrás de estas decisiones hay un personaje que ha mantenido estrechos vínculos con el mandatario salvadoreño.

Infobae pudo verificar en los portales de transparencia del Estado peruano que el mandatario ha sostenido al menos ocho encuentros con Armando Jara Mendoza, un ferviente admirador de Bukele en Perú, tanto en su etapa como parlamentario de Somos Perú como en su actual rol como encargado de la Presidencia.

En sus redes sociales, Jara ha expresado públicamente su respaldo a Bukele, destacando los avances en la lucha contra las pandillas y la corrupción en El Salvador. Uno de sus mensajes en Facebook señala: “Expresamos nuestro más profundo agradecimiento al señor presidente Nayib Bukele y a todos sus ministros y diputados por el valioso apoyo y respaldo brindado para convertir a El Salvador en el país más seguro del mundo, a pocos días de cumplir mil días consecutivos sin homicidios”.

Además, Jara fue invitado por Bukele a su ceremonia de juramentación para su segundo mandato, celebrada el 1 de junio pasado. En las imágenes compartidas en redes sociales, se le ve estrechando la mano del mandatario salvadoreño y participando en actividades oficiales junto a autoridades locales.

En sus publicaciones, Jara ha mostrado encuentros con figuras del Gobierno de Bukele, como el vicepresidente Félix Ulloa, el ministro de Defensa, René Merino Monroy, y diputados de la bancada oficialista Nuevas Ideas en la Asamblea Legislativa. En estos encuentros, le entregaron un reconocimiento oficial, fortaleciendo sus lazos con las autoridades salvadoreñas.

Con base en estos nexos, Jara busca implementar en Perú lo que ha denominado el ‘Plan Bukele’, una estrategia que incluye control territorial, estados de emergencia focalizados en zonas de alto riesgo, operativos las 24 horas, y la creación de cárceles de alta seguridad. La intención es replicar en el Perú el modelo de seguridad que ha llevado a cabo Bukele en El Salvador, con el objetivo de reducir la violencia y fortalecer el control social.

Este acercamiento y las acciones del encargado de la Presidencia peruana generan controversia y levantan interrogantes sobre el rumbo que tomará el país en materia de seguridad y derechos humanos. La influencia de Bukele en la política peruana podría marcar un cambio significativo en las políticas públicas de lucha contra la criminalidad.