Remodelación del baño Lincoln en la Casa Blanca durante la administración Trump

La Casa Blanca fue escenario de una intervención impulsada por el expresidente Donald Trump, quien ordenó una remodelación total del baño Lincoln, un espacio de gran simbolismo por su vínculo con Abraham Lincoln.

Este baño, utilizado actualmente por invitados de honor y ubicado junto al histórico dormitorio Lincoln, presentaba desde la década de 1940 un diseño art déco caracterizado por sus azulejos verdes, legado de la modernización llevada a cabo durante la administración de Harry Truman.

Al hacer pública por primera vez la remodelación, Trump aprovechó para cuestionar directamente la reforma realizada por Truman. Afirmó que el estilo art déco elegido en aquel entonces «no pega con 1850 ni con las guerras civiles» y criticó duramente esa propuesta, expresando su desacuerdo con la estética implementada durante la presidencia de Truman, según reportes de ABC News.

La renovación consistió en desmontar esa estructura y reemplazarla por mármol blanco y negro con detalles dorados, logrando un ambiente más lujoso y, según Trump, “muy apropiado” para rendir homenaje al expresidente Lincoln. La obra, junto con las imágenes de la transformación, fue difundida a través de la red social Truth Social.

Esta intervención forma parte de varias reformas en la residencia oficial desde que Trump asumió la presidencia. Entre los proyectos de mayor envergadura se encuentra la demolición del Ala Este y la construcción de un nuevo salón de baile de más de 8.300 metros cuadrados, con un costo estimado en USD 300 millones y financiado con fondos privados.

Este proyecto, sin embargo, ha enfrentado una notable oposición en la opinión pública y en el Congreso. Encuestas realizadas por ABC News, Washington Post y Ipsos revelaron que solo un 28% de los encuestados apoyaba la remodelación, mientras que un 56% se manifestó en contra.

Además, se pavimentó el césped de la rosaleda para facilitar los eventos protocolares y se renovó el interior del Centro Kennedy para las Artes, incorporando mármol, nuevos asientos y alfombras de lujo.

Trump justificó estas reformas como una forma de rescatar la narrativa histórica y mejorar la funcionalidad de la residencia para actos oficiales. Argumentó que la construcción de un salón de baile cubierto evitaría el uso de carpas en días de lluvia, facilitando la organización de eventos formales.

Las obras, particularmente la remodelación del baño Lincoln financiada con fondos privados, generaron pedidos de mayor transparencia. Legisladores como Adam Schiff solicitaron información sobre el origen y la control de estos fondos, en medio de las preocupaciones manifestadas en Forbes.

Estas reformas representan la mayor transformación de la Casa Blanca desde mediados del siglo XX, dejando una huella estética particular en la residencia presidencial y generando controversia respecto a la memoria y las tradiciones de la institución.

(Con información de EFE)