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¡Detenida en Israel! Activista mexicana denuncia torturas, amenazas y condiciones inhumanas en prisión durante misión humanitaria a Gaza

Escrito por radioondapopular
noviembre 2, 2025
¡Detenida en Israel! Activista mexicana denuncia torturas, amenazas y condiciones inhumanas en prisión durante misión humanitaria a Gaza

Arlin Medrano, periodista y activista mexicana, rememora su experiencia en prisión con palabras que reflejan la dureza de su situación: sin agua, comida y bajo amenazas constantes. La activista denuncia las condiciones inhumanas que enfrentó en Israel, donde estuvo recluida en la cárcel de Kichot, una prisión de alta seguridad en el sur del país. En una entrevista para La República, Medrano describe cómo compartía una celda con más de sesenta mujeres en un espacio reducido de apenas tres por dos metros, en condiciones deplorables. Su detención ocurrió a principios de octubre, cuando una de las embarcaciones de la Flotilla Global Sumud, de la que formaba parte, fue interceptada por las fuerzas israelíes en aguas internacionales.

## Condiciones de detención y abusos

Una vez en prisión, Medrano y otros activistas de distintas nacionalidades fueron sometidos a un procedimiento violento. La periodista relata cómo los agentes armados los encañonaron y los mantuvieron incomunicados durante varias horas, privándolos de medicamentos esenciales. Tras ser catalogados como “terroristas” por las autoridades israelíes, en medio de un contexto de intensos ataques aéreos en Gaza, los detenidos pasaron largos periodos sin recibir alimento en condiciones insalubres. Cuando finalmente les proporcionaron algo de comida, esta era escasa y en estado poco higiénico, lo que agravó aún más su sufrimiento.

## La travesía desde el sur global

La participación de Medrano en la flotilla comenzó semanas antes, en Barcelona, el 31 de agosto, cuando partieron 46 embarcaciones con aproximadamente 500 personas provenientes de 44 países. La misión era romper simbólicamente el bloqueo marítimo impuesto por Israel sobre la Franja de Gaza desde 2007 y entregar ayuda humanitaria a organizaciones palestinas locales. Para Medrano, la flotilla representa la resistencia y la solidaridad internacional, en un acto en honor a los pueblos palestinos y en respuesta a la opresión global.

Antes de partir, la activista mexicana realizó capacitaciones en aspectos legales y de seguridad, además de fortalecer lazos con sus compañeros de misión. La causa, afirma, no es ajena a su realidad ni distante de su historia personal, pues comparte que en su infancia fue una niña migrante deportada hace 13 años, cruzando la frontera hacia Estados Unidos con su familia en busca de mejores oportunidades.

## Intercepción en el Mediterráneo y resistencia

Durante los primeros días, la flotilla avanzó de manera relativamente tranquila, con las embarcaciones siendo escoltadas por barcos civiles y manteniendo contacto constante por radio. Sin embargo, en aguas internacionales, fueron interceptados por buques militares israelíes. Según relata Medrano, los agentes los encañonaron, esposaron y separaron en grupos, manteniéndolos incomunicados durante horas. Los activistas, entre ellos latinoamericanos, fueron trasladados a tierra y posteriormente a la prisión de Kichot.

A pesar del sufrimiento, la activista destaca que su encarcelamiento fue una reafirmación de su compromiso con la causa. “Se quedaron con nuestras embarcaciones y con nuestra libertad algunos días, pero no pudieron arrebatar nuestra resistencia”, afirmó tras su liberación y regreso a México.

## Gaza y América Latina: un vínculo de resistencia

Para Medrano, la situación en Gaza está estrechamente vinculada con la realidad de la región latinoamericana. Ella sostiene que la opresión que enfrentan los palestinos forma parte de un sistema internacional que perpetúa la desigualdad y la violencia. Además, recalca que en América Latina también existen historias de sangre y genocidio, y que la lucha por derechos y justicia en Gaza tiene resonancia en sus propios pueblos.

Su activismo ha generado controversia, especialmente tras publicar en redes sociales que “Palestina no está tan lejos cuando convivimos con un Estado genocida como vecino”. Esto llevó al exembajador estadounidense Christopher Landau a advertirle sobre posibles sanciones migratorias. Medrano respondió con firmeza: “No se preocupe. Si tuviera la oportunidad de investigar, sabría que llegué tarde; no tengo visa, fui una niña, y fui tratada como criminal por simplemente intentar cruzar la frontera”.

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