Japón en crisis: ola mortal de osos deja 12 muertos y militares sin armas de fuego en la batalla por su expansión

Japón refuerza su seguridad ante ola de ataques de osos en el norte del país

La primera ministra de Japón, Sanae Takaichi, dio la orden de desplegar soldados en una región del norte afectada por una serie de ataques de osos que han provocado la muerte de 12 personas. La situación ha generado alarma entre la población local y ha llevado al gobierno a implementar medidas especiales para contener la problemática.

Este fenómeno ha causado además más de 100 heridos desde abril pasado, lo que ha motivado la creación de un «paquete de medidas urgentes». El objetivo principal es reducir los incidentes y proteger a las comunidades cercanas a los hábitats de estos animales. La crisis ha puesto en jaque a las autoridades, que buscan soluciones efectivas en medio de un aumento en la presencia de osos en áreas urbanas y rurales.

## Medidas restrictivas y recursos no letales

Debido a la estricta legislación japonesa sobre el uso de armas de fuego, las fuerzas militares no portarán rifles ni pistolas para enfrentarse a los osos. En lugar de ello, el plan contempla el uso de herramientas no letales, como sprays repelentes, palos, escudos, gafas protectoras, chalecos antibalas y lanzadores de redes. El Ministerio de Defensa informó que estas medidas buscan prevenir ataques sin poner en riesgo la integridad de los soldados ni la de los animales.

Expertos señalan que la escasez de bellotas y otros recursos alimenticios en las zonas rurales del archipiélago ha provocado que la población de osos aumente y se acerque a áreas urbanas, especialmente en regiones como Akita e Iwate. La disminución de sus fuentes naturales de alimento los impulsa a buscar comida en espacios habitados, en un fenómeno que también está relacionado con la despoblación rural en Japón.

## La expansión de los hábitats de los osos y la respuesta estatal

El avance de los osos hacia zonas residenciales también se ha visto favorecido por la reducción de las áreas rurales tradicionales, lo que ha borrado las fronteras entre sus hábitats y las ciudades. La situación ha generado una situación de peligro constante para las comunidades del norte japonés, que enfrentan la amenaza de estos animales cada día.

El gobierno y las Fuerzas de Defensa han acordado brindar apoyo logístico a las comunidades afectadas, incluyendo el transporte y colocación de trampas para capturar a los osos. Recientemente, un equipo de 15 soldados ayudó a trasladar una trampa en Kazuno, en la prefectura de Akita, una de las regiones más impactadas por los ataques. La colaboración entre las autoridades y las comunidades busca reducir la presencia de estos animales en zonas habitadas y garantizar la seguridad de la población local.