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Luis Arce cierra su mandato en Bolivia con economía en recesión y guerras internas en el MAS

Escrito por radioondapopular
noviembre 8, 2025
Luis Arce cierra su mandato en Bolivia con economía en recesión y guerras internas en el MAS





Finaliza el mandato de Luis Arce en Bolivia en medio de crisis económica y política

El cierre del gobierno de Luis Arce en Bolivia

El presidente de Bolivia, Luis Arce, concluye su mandato tras casi cinco años en el poder en un escenario marcado por graves dificultades económicas y tensiones internas. Cuando asumió en noviembre de 2020, Arce prometió reactivar la economía afectada por la pandemia de Covid-19 y devolver la estabilidad política tras la crisis de 2019. Sin embargo, la realidad que enfrenta ahora es muy distinta, con una economía en recesión y un partido político desgastado por disputas internas que han debilitado la gobernabilidad.

Desafíos económicos y sociales en su segundo mandato

Durante la segunda mitad de su gestión, la crisis económica se volvió una constante en la vida cotidiana de los bolivianos. Problemas como la escasez de dólares, el aumento descontrolado de los precios y la falta de combustibles generaron protestas y malestar social. La disputa interna dentro del Movimiento Al Socialismo (MAS), partido del gobierno, entre Arce y su antiguo mentor, impidió la adopción de acuerdos y exacerbó los conflictos sociales. Estas tensiones, combinadas con las dificultades económicas, minaron la estabilidad del país y complicaron la gestión gubernamental.

Reflexiones de expertos sobre la gestión de Arce

Algunos analistas destacan que, a pesar de los obstáculos, el mayor logro del gobierno de Arce fue haber llegado hasta el final del mandato en medio de una crisis persistente y múltiples protestas sociales. El consultor político Carlos Saavedra señala que «Arce ha logrado navegar en medio de las adversidades y mantener el gobierno en funcionamiento».

Por otro lado, la politóloga Ana Lucía Velasco advierte que, aunque la gestión inicial en la pandemia fue efectiva, la crisis económica, el mercado paralelo de divisas y las constantes filas para obtener gasolina marcarán la historia de su administración. Además, el país enfrenta un deterioro en su modelo económico, que no empezó con Arce, pero que se agudizó durante su mandato.

Razones y consecuencias de la crisis económica

Desde 2014, Bolivia experimenta una desaceleración en su economía, principalmente por la caída en los precios internacionales del gas y la reducción en la producción y exportaciones. Durante una década, el país dependió de los ingresos de los hidrocarburos para sostener su gasto público y subsidios. Sin embargo, la disminución de reservas, el descenso en la producción y un creciente déficit fiscal han limitado la capacidad del Estado para mantener sus inversiones y programas sociales.

En 2023, los efectos de esta crisis se reflejaron en la calle, con restricciones en transacciones en dólares, un mercado paralelo y una escalada en los precios de los alimentos. La escasez de combustibles también provocó largas filas en las estaciones y afectó sectores clave como el transporte y la agricultura. Durante más de un año, el gobierno de Arce negó la gravedad del problema, atribuyéndolo a ataques especulativos y a un contexto internacional adverso. Solo en septiembre de 2024, el presidente admitió públicamente la crisis y reconoció la mala gestión en la política de hidrocarburos, además de señalar bloqueos de caminos y la falta de créditos externos como causas principales.

Impacto de la disputa política y perspectivas futuras

Los analistas coinciden en que las disputas internas y la fragmentación del MAS han afectado profundamente la gobernabilidad. La exdiputada Erika Brockmann explica que «la implosión del partido oficialista ha sido perjudicial para las instituciones y ha generado paralización en el Congreso». La falta de coordinación entre el Ejecutivo y la bancada oficialista complicó aún más la resolución de los problemas estructurales del país.

En definitiva, el gobierno de Luis Arce deja un legado marcado por la crisis económica, social y política. Aunque logró mantener el aparato estatal en funcionamiento, las dificultades internas y externas evidenciaron las limitaciones del modelo económico y político heredado. La situación en Bolivia continúa siendo incierta, y el país enfrenta desafíos importantes para recuperar su estabilidad y crecimiento en los próximos años.


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