Abogado de Pedro Castillo advierte: «Ustedes tienen el poder en sus manos»

Abogado de Pedro Castillo recurre a la parábola del niño y el pollo en audiencia de cierre

Ricardo Hernández Medina, abogado del expresidente Pedro Castillo, protagonizó un momento insólito durante la audiencia de alegatos de clausura en el juicio oral contra su defendido, en relación con el fallido intento de golpe de Estado en 2022. En un giro inesperado, Hernández Medina utilizó una de las parábolas más conocidas —y polémicas— del exmandatario: la historia del niño y el pollo.

«Ustedes tienen el pollo en sus manos. O lo entregan vivo o lo entregan muerto. O ustedes lo absuelven o lo condenan», afirmó Hernández Medina, dirigiéndose al tribunal.

Esta frase fue empleada para hacer referencia a la decisión que debe tomar el Poder Judicial respecto al destino de Castillo al cierre del proceso judicial. La historia, narrada en su momento por el expresidente durante su mandato, fue presentada como una reflexión sobre el poder de decisión, aunque su explicación resultó confusa y terminó convirtiéndose en meme nacional.

El juicio entra en su etapa decisiva

Pedro Castillo enfrenta cargos por rebelión y conspiración tras su intento de disolver el Congreso el 7 de diciembre de 2022. La audiencia de este viernes marcó el cierre de los alegatos y, en los próximos días, se espera que se inicien las etapas de auto defensa por parte de los acusados.

Durante su intervención, Hernández Medina intentó reforzar la narrativa de que Castillo fue víctima del poder político y judicial, y que en realidad no hubo levantamiento en armas, como exige la tipificación del delito de rebelión. Además, afirmó que el mensaje que Castillo dirigió a la nación, anunciando el cierre del Congreso, fue una proclama individual sin intervención de terceros.

«Lo que hizo mi defendido fue una proclama política individual. Un acto de rebelión inconstitucional porque fue obligado por sus adversarios políticos. Nunca planificó con nadie, lo hizo solo».

La metáfora buscaba enfatizar que la decisión final recae en el tribunal. Sin embargo, la frase generó reacciones inmediatas en redes sociales, donde usuarios recordaron que la historia original, intentada por Castillo explicar en varias ocasiones, fue tan enredada que se convirtió en un símbolo de su estilo discursivo confuso.

Por su parte, Castillo nunca logró explicarla con claridad durante su mandato, lo que convirtió a esta historia en un símbolo de su dificultad para comunicar ideas complejas. Que su abogado la haya retomado en el cierre de un juicio por rebelión, añade un toque irónico y de suspenso a un proceso que continúa en su etapa final.