Relato de la madre del menor

Patricia Quispe, madre del joven, describió a su hijo como un estudiante lleno de energía. Según relató, el adolescente asistía a una clase de Ciencia y Tecnología en el laboratorio del colegio cuando empezó a mostrar signos de malestar. “Mi hijo estaba en el laboratorio durante la clase. Se fue sintiendo peor con el paso de los minutos, pero la profesora solo le pidió que se sentara en una esquina tranquila, en lugar de llamar de inmediato para pedir ayuda”, expresó Quispe en declaraciones a los medios.

Respuesta del colegio a la emergencia

La versión familiar indica que la reacción del colegio ante la emergencia fue insuficiente. “Cuando los compañeros notaron que mi niño empeoraba, solicitaron ayuda, pero la profesora les dijo que permanecieran en sus asientos o les pondría una C”, afirmó la madre. Pasaron cerca de cuarenta minutos antes de que los padres fueran informados del estado crítico del menor. Cuando el padre acudió al colegio, encontró al adolescente sin signos vitales.

Resultados preliminares de la necropsia

Según el abogado de la familia, el certificado de necropsia establece de manera clara que la causa de muerte fue “asfixia mecánica por ingesta de sustancia tóxica”. “En términos sencillos, eso significa que se le cerró el acceso al aire. La necropsia se extenderá en otras veinte páginas, en las que se analizarán los órganos para determinar la sustancia exacta”, explicó durante una entrevista.

El análisis de la sustancia involucrada aún está en curso. Tanto la familia como sus representantes legales insisten en que una atención rápida y adecuada podría haber evitado el trágico desenlace. “Ese niño estaría vivo si se hubieran aplicado correctamente los protocolos de emergencia”, añadieron.

Responsabilidad y protocolos en el colegio

La familia responsabiliza al colegio y a la docente encargada en ese momento. Los testimonios indican que ni los protocolos de emergencia ni las primeras acciones de auxilio se activaron de forma adecuada. “No llamaron ni permitieron a los alumnos salir para buscar ayuda. Cuando mi esposo llegó, intentó reanimarlo, pero ya era demasiado tarde; solo salía líquido de su boca”, relató la madre. Además, subrayó que ningún miembro del personal escolar se comunicó a tiempo para alertar sobre la gravedad de la situación.

Reacciones y estado de la investigación

El caso ha generado gran consternación y ha puesto en cuestionamiento la capacidad de respuesta y las medidas de seguridad en los centros educativos. La investigación continúa a cargo de las autoridades competentes, mientras la familia exige que se esclarezcan todas las responsabilidades, tanto administrativas como penales.

El análisis de los resultados forenses será fundamental para determinar con exactitud lo ocurrido en el laboratorio del colegio y establecer las responsabilidades correspondientes.