Reino Unido advierte sobre una red de espionaje chino dirigida al Parlamento, universidades y ciberespacio

La agencia de inteligencia nacional británica MI5 alertó el martes sobre una sofisticada red de espionaje operada por China, que intenta reclutar parlamentarios mediante espías encubiertos como cazatalentos. La denuncia se produce en un contexto de creciente preocupación por las actividades de Beijing en el Reino Unido.

Este aviso llega después de que se retiraran los cargos en un caso políticamente sensible contra dos presuntos espías, y en medio de un análisis en el Gobierno británico sobre una solicitud de China para construir un nuevo y controvertido edificio para su embajada en Londres.

“Hoy mismo, el MI5 ha emitido una alerta de espionaje al Parlamento y a su personal, advirtiendo que nuestras instituciones democráticas siguen siendo blanco de actores chinos”, declaró el ministro de Seguridad, Dan Jarvis, durante su intervención en la Cámara de los Comunes.

Según la alerta, China intenta reclutar y cultivar a personas con acceso a información sensible sobre el Parlamento y el Gobierno británico. La actividad sería llevada a cabo por oficiales de inteligencia chinos, que operan enmascarados mediante empresas de cobertura o cazatalentos externos, detalló Jarvis.

El MI5 identificó dos perfiles en plataformas digitales, considerados como cazatalentos legítimos que trabajan para funcionarios de inteligencia chinos y que establecen relaciones con objetivos potenciales a través de redes como LinkedIn. La intención sería captar individuos con acceso a información sensible para facilitar actividades de espionaje.

Esta advertencia llega semanas después de que la fiscalía retirara los cargos contra dos hombres, uno de ellos un investigador parlamentario, acusados de espiar para Beijing. El Gobierno negó que la decisión de retirar los cargos respondiera a intereses diplomáticos y afirmó que las acusaciones no estaban relacionadas con la protección de relaciones bilaterales, que aún se consideran frágiles. Por su parte, legisladores y el propio MI5 expresaron su frustración por el abandono del caso.

En su declaración, Jarvis anunció que se han implementado medidas para “interrumpir y disuadir las amenazas” provenientes de China y otros Estados. Entre ellas, se contempla un mayor control sobre la financiación política y sesiones informativas sobre seguridad dirigidas a los partidos políticos. Además, advirtió que las universidades británicas son objeto de intentos chinos de influir en su “investigación independiente” y de interferir en sus actividades académicas.

El ministro adelantó que las autoridades británicas celebrarán un “acto a puerta cerrada” con los rectores de las universidades para analizar los riesgos y definir estrategias conjuntas. También afirmó que el Reino Unido está preparado para desmantelar el “ecosistema cibernético ofensivo” que China ha permitido que se establezca, y que no dudará en utilizar todas las herramientas a su alcance para proteger su seguridad.

Estas declaraciones buscan disipar las preocupaciones de que el gobierno del primer ministro Keir Starmer priorice las inversiones chinas en la economía británica por encima de la seguridad nacional. Sin embargo, la decisión sobre si China podrá construir una nueva y amplia embajada en Londres, prevista para el próximo mes, podría poner a la administración en una situación delicada.

La situación refleja las crecientes tensiones entre el Reino Unido y China, en un momento en que las actividades de espionaje y las influencias extranjeras en instituciones clave del país están bajo intenso escrutinio.