Logo

Exiliada y condenada a muerte: Sheik Hasina responsable de crímenes de lesa humanidad por represión sangrienta en Bangladesh

Escrito por radioondapopular
noviembre 20, 2025
Exiliada y condenada a muerte: Sheik Hasina responsable de crímenes de lesa humanidad por represión sangrienta en Bangladesh

Condena histórica a la exprimera ministra de Bangladesh, Sheikh Hasina

El pasado lunes, la exlíder de Bangladesh, Sheikh Hasina, fue sentenciada a muerte tras ser declarada culpable de cometer crímenes de lesa humanidad. La decisión judicial llegó en su ausencia, ya que la exmandataria no estuvo presente en la audiencia. La corte la responsabilizó por ordenar acciones violentas que resultaron en la muerte de cientos de personas durante protestas estudiantiles en 2024.

Las movilizaciones, que culminaron con su destitución, dejaron un saldo de aproximadamente 1.400 muertos, en su mayoría por impactos de bala disparados por las fuerzas de seguridad, según informes de expertos en derechos humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). La sentencia marca un hito en la historia judicial del país, en medio de un contexto de acusaciones por represión y violaciones a derechos fundamentales.

Reacción y contexto de las protestas

El conflicto social que llevó a esta condena comenzó en julio de 2024, cuando estudiantes de universidades públicas y privadas protestaron en Bangladesh. La raíz del malestar fue una decisión del Tribunal Supremo que reactivó un sistema de cuotas que reserva el 30% de los empleos públicos para los descendientes de quienes participaron en la guerra de independencia de 1971. Para los jóvenes, esta medida se percibía como una barrera que limitaba oportunidades basadas en el mérito.

La respuesta del gobierno fue contundente y violenta. Grupos vinculados a la Liga Chhatra, la organización estudiantil del partido gobernante, atacaron manifestaciones pacíficas, lo que intensificó la tensión social. La policía impuso toques de queda, ordenó disparar a vista y restringió las comunicaciones en línea, generando un clima de represión que dejó muchas víctimas y un creciente descontento popular.

Con el aumento de muertes y arrestos, las protestas se extendieron más allá de las universidades, convirtiéndose en un movimiento nacional contra el autoritarismo. Organizaciones como Students Against Discrimination convocaron marchas hacia la capital, Dhaka, exigiendo la renuncia de Sheikh Hasina. Finalmente, en agosto de 2024, Hasina renunció y abandonó el país hacia la India, tras semanas de protestas y pérdidas humanas.

Implicaciones y heridas abiertas en la región

La sentencia contra Sheikh Hasina resuena en toda la región, recordando casos como el de Perú, donde la expresidenta Dina Boluarte aún enfrenta cuestionamientos por la muerte de al menos 49 personas en las protestas sociales de diciembre de 2022. La condena en Bangladesh implica un cambio en la percepción de justicia en países con antecedentes de autoritarismo y represión.

En Bangladesh, la justicia finalmente responsabilizó a la exlíder por decisiones tomadas durante las protestas masivas, en un contexto de denuncias internacionales por uso excesivo de la fuerza y censura. Mientras tanto, en Perú, las investigaciones por las muertes durante las manifestaciones aún no han llegado a conclusiones judiciales, y la presidenta Boluarte niega cualquier responsabilidad política, argumentando que las fuerzas del orden actuaron dentro del marco legal.

Organismos como la CIDH y Amnistía Internacional han documentado el uso desproporcionado de la fuerza por parte del Estado peruano, generando un clima de impunidad y creciente descontento social. La sentencia en Bangladesh representa un avance en la lucha contra la impunidad por violaciones a derechos humanos en la región.

Trayectoria política de Sheikh Hasina

Sheikh Hasina asumió el poder en Bangladesh tras una larga trayectoria de lucha política en un escenario de inestabilidad y conflictos familiares. Lideró la Liga Awami, un partido clave en la oposición a las dictaduras militares que gobernaron el país durante décadas. Desde su exilio en 1981, consolidó una base de apoyo que la impulsó al poder en 1996, tras protestas contra la entonces primera ministra Khaleda Zia.

Durante sus mandatos, implementó reformas económicas y sociales, aunque también enfrentó acusaciones de corrupción y luchas internas en su partido. En 2009, logró una segunda victoria electoral tras un período de interinidad militar, evidenciando su influencia en la política del país. Sin embargo, su gobierno también ha sido duramente criticado por su tendencia autoritaria y por la represión de opositores.

Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *