Exdiputado británico condenado a 10 años por corrupción y financiación prorrusa en el Parlamento Europeo

Nathan Gill, exdiputado europeo y político británico, ha confesado haber recibido miles de libras en efectivo para promover declaraciones prorusas en el Parlamento Europeo y en diversos medios de comunicación.

Gill, quien fue eurodiputado entre 2014 y 2020 por el partido UKIP y posteriormente por el Brexit Party, fue condenado en Londres a diez años y medio de prisión por cargos de corrupción. La sentencia llega tras confirmarse que realizó campañas en favor de Rusia, en detrimento de los intereses occidentales.

Durante su mandato, Nathan Gill colaboró estrechamente con Nigel Farage, líder de Reform UK, y participó en actividades que ahora son objeto de escrutinio por su implicación en la manipulación de información a favor de Moscú.

## La condena y su impacto político

La sentencia, dictada por una jueza, señala que las acciones de Gill han socavado la confianza pública en las instituciones democráticas y constituyen una grave traición a quienes lo respaldaron en las urnas. La jueza destacó que el exdiputado aceptó decenas de miles de libras en efectivo a cambio de emitir declaraciones favorables a Rusia en el Parlamento Europeo y en medios de comunicación.

Los hechos ocurrieron en 2018 y 2019, periodo en el que Gill admitió haber sido responsable de ocho de los cargos de corrupción que se le imputaron. Según la fiscalía, el exdiputado presentó argumentos que beneficiaban los intereses rusos respecto a Ucrania, lo que comprometió la integridad del órgano legislativo.

Gill fue arrestado en septiembre de 2021 en el aeropuerto de Mánchester, justo antes de partir hacia Rusia, en una operación que reveló la magnitud de su implicación en el escándalo.

## Repercusiones en la política británica y europea

La condena de Gill coloca en una posición incómoda a Nigel Farage y a su grupo político, Reform UK, que actualmente lidera las encuestas en Reino Unido. Aunque Gill fue líder de Reform UK en Gales en 2021, ya no forma parte de ese partido, que se caracteriza por su postura antiinmigración y euroscepticismo.

La jueza afirmó que las acciones del exdiputado socavaron los valores democráticos y dañaron la percepción pública de las instituciones europeas. La investigación revela un entramado de influencias externas que pone en jaque la transparencia de la política en el continente.