Mujer ingresa caminando a clínica Ricardo Palma y queda postrada por error en cirugía cerebral

La historia de Nelly Hermelinda Domínguez: una tragedia médica en Perú

La pesadilla de Nelly Hermelinda Domínguez Zavaleta comenzó en 2022, cuando empezó a experimentar los primeros síntomas de pérdida de memoria. Pensando que podría tratarse de una etapa inicial de Alzheimer, acudió a la clínica Ricardo Palma para su evaluación. Allí fue atendida inicialmente por el neurólogo Pablo Zumaeta.

Tras realizarle un examen clínico, el especialista le diagnosticó un déficit cognitivo leve, una condición común en personas de su edad. Según relatan sus hijas, el médico le recetó parches para la demencia y depresivos. Sin embargo, omitió una información crucial: Nelly presentaba una leve hidrocefalia, un dato que no fue comunicado a la familia en ese momento.

«El doctor Zumaeta le hizo un examen clínico, la hizo caminar, le aplicó algunos tests de memoria y nos dijo que todo estaba bien, aunque en algunas cosas se equivocaba. Le recomendó hacerse una tomografía, por si acaso tenía un tumor. Y concluyó que tenía olvido», explicó una de sus hijas en una entrevista con Día D.

Un segundo diagnóstico y una decisión que cambió su vida

Con el paso del tiempo, la salud de Nelly se fue deteriorando, a pesar del tratamiento farmacológico. La familia decidió acudir una segunda vez a la misma clínica, donde finalmente descubrieron que ella padecía una leve hidrocefalia, diagnóstico que había sido pasado por alto en la primera evaluación.

Ante esta situación, su caso fue derivado al neurocirujano Einer Aramis Concha Egúsquiza. Este ordenó una intervención quirúrgica para implantar una válvula que drenara el líquido cerebral acumulado.

Aunque ambas hijas de Nelly solicitaron un tratamiento menos invasivo, el médico mantuvo su recomendación inicial y procedió con la cirugía. Sin embargo, horas después de la operación, la condición de Nelly empeoró considerablemente. Presentaba pérdida de control de los esfínteres, vómitos frecuentes y una notable disminución en su estado general.

Según informaron sus familiares, el médico minimizó estos signos y dio de alta a Nelly unos días después. No obstante, un neurocirujano perito concluyó que la colocación de la válvula provocó daños severos en su cerebro.

Las consecuencias de una intervención mal realizada

Una de sus hijas expresó: «Tenían que quitar la válvula. Le colocaron una que no debían ponerle. El cerebro se quedó sin líquido y empezó a reducirse… Mi mamá entró caminando a esa clínica y, como resultado de la operación mal evaluada, ahora está postrada. No puede decir si tiene frío o calor, ni reconocer a sus familiares. Lo que más me duele es que no va a volver a ser la misma, porque el daño cerebral es irreversible».

Actualmente, Nelly vive postrada en una cama, sin poder hablar ni moverse, sin reconocer su entorno y requiriendo terapias físicas diarias para evitar la atrofia muscular.

Respuesta de la clínica Ricardo Palma

La clínica Ricardo Palma fue contactada por La República para comentar sobre el caso y las acusaciones de mala praxis por parte de las familias de Nelly. La institución informó que, en el marco de la investigación en curso, se remitieron todos los documentos y antecedentes médicos pertinentes para su evaluación.

Además, la clínica proporcionó un informe técnico independiente que sostiene que la atención médica brindada a Nelly, así como su diagnóstico y el procedimiento quirúrgico, fueron adecuados y correctamente fundamentados.

Imágenes y documentos oficiales

La respuesta oficial de la institución refuerza su postura de que la atención fue adecuada, aunque las familias continúan reclamando por la gravedad del daño causado.