Ruta de armas de EE. UU. a Haití que alimenta pandillas y permanece sin control

La crisis en Haití y el papel de Estados Unidos en el tráfico de armas

Desde que comenzaron los enfrentamientos entre pandillas y la escalada de violencia en Haití, las autoridades nacionales no lograron contener la situación. Según la entrevistada Juliette Dorson, de 50 años, quien huyó de Puerto Príncipe tras sobrevivir a un tiroteo, la inacción gubernamental permitió que la violencia creciera sin control. La crisis de inseguridad, que lleva décadas, ha dejado más de 5.600 víctimas mortales, según datos de la ONU. Vivir en Haití hoy en día es comparable a estar en una prisión a cielo abierto, donde las pandillas armadas con armas de alta gama dominan las calles en lugar de oficiales de policía.

¿De dónde provienen las armas que alimentan a las pandillas?

Una de las interrogantes que surge es cómo estas organizaciones criminales logran recargar sus arsenales, si no producen armas por sí mismas. La respuesta apunta directamente a Estados Unidos. Informes de Naciones Unidas y de la Oficina de la ONU contra la Droga y el Delito (UNODC) indican que la mayoría de las armas incautadas en Haití, desde pistolas de 9 mm hasta fusiles de asalto y rifles de francotirador, provienen de EE.UU. y entran al país por mar, aire y tierra, aprovechando una extensa costa y fronteras prácticamente porosas.

Expertos como los internacionalistas Carlos Novoa y Jorge Antonio Chávez analizaron para La República esta red de contrabando y el silencio que mantiene la administración de Donald Trump frente a la crisis. La evidencia muestra que el flujo ilegal de armas continúa alimentando la violencia en Haití, sin que las autoridades estadounidenses tomen medidas contundentes.

El impacto del tráfico de armas en la crisis haitiana

Según Novoa, aunque el tráfico de armas desde EE.UU. hacia Haití no es un fenómeno nuevo, actualmente enfrenta uno de sus peores escenarios. Entre 2020 y 2022, más del 80% de las armas rastreadas en la isla fueron fabricadas o importadas desde Estados Unidos, principalmente desde el norte del país hacia el Caribe.

Hace cinco años, una comisión de desarme haitiana estimó que en el país podrían existir hasta 500.000 armas pequeñas, de las cuales solo aproximadamente 38.000 están registradas legalmente, según un informe de la UNODC. Para 2025, Naciones Unidas estimó que en Haití circulan ilegalmente entre 270.000 y 500.000 armas de fuego, en su mayoría en manos de pandillas.

El contrabando de municiones y la debilidad institucional

El informe ‘Criminal Markets in Haiti’ señala que la combinación de un Estado debilitado, aduanas con poca capacidad operativa, corrupción en instituciones clave y una Policía Nacional con recursos insuficientes permite que las pandillas accedan a rifles de asalto, ametralladoras y municiones de alto calibre. Haití cuenta con solo una embarcación activa para patrullar sus 1.770 km de costa y menos de 300 agentes para vigilar la frontera terrestre, condiciones que facilitan el ingreso ilegal de cargamentos por mar, aire y tierra.

¿Por qué es tan fácil el ingreso de armas desde EE.UU.?

Para comprender cómo inicia este contrabando, hay que analizar los fundamentos legales en EE.UU. Según Carlos Novoa, la venta de armas en Estados Unidos está permitida por la propia Constitución, específicamente por la Segunda Enmienda. Esto ha creado un entorno en el que la posesión de armas es vista como un derecho fundamental, pese a los riesgos asociados.

Jorge Chávez y otros medios internacionales califican esta normativa como el lobby más poderoso en EE.UU., que influye en la política y en las leyes sobre armas. La existencia de un fuerte lobby armamentístico significa que cualquier restricción a la venta de armas podría afectar sus intereses económicos y políticos, ya que financian campañas y apoyan a políticos que defienden sus beneficios.

¿Cómo facilita EE.UU. la exportación de armas?

Estas flexibilidades legales permiten que Estados Unidos venda armas de manera sencilla, en algunos casos incluso más fácil que productos como alcohol. La existencia de depósitos y zonas de almacenamiento, como la ubicada en Fort Lauderdale, Florida, evidencia la magnitud del comercio armamentístico en el país.

El control y regulación de las armas en EE.UU., por tanto, no solo impacta en su mercado interno, sino que también tiene consecuencias directas en países como Haití, donde las armas cruzan las fronteras sin obstáculos significativos, alimentando la violencia y la inseguridad.