EE.UU. confisca 1.1 millones de barriles de petróleo del buque incautado en el Caribe y anuncia nuevas sanciones contra dirigentes y navieras venezolanas

Confiscan el petróleo de un buque cerca de Venezuela y fortalecen sanciones

El gobierno de Estados Unidos anunció que confiscará el petróleo de un buque cisterna que fue abordado el miércoles cerca de las costas venezolanas. Además, impondrá sanciones contra sobrinos del presidente Nicolás Maduro y contra navieras que transporten crudo venezolano, en una escalada significativa en su confrontación con Venezuela.

El líder venezolano tuvo una llamada telefónica con el presidente ruso, Vladimir Putin, quien le expresó su apoyo durante la conversación. La comunidad internacional también expresó sus preocupaciones por la incautación del buque.

## Intervención y traslado del buque a EE.UU.

La tripulación del buque está siendo interrogada, y las autoridades estadounidenses anunciaron que el buque será llevado a un puerto en Estados Unidos. La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, explicó que el barco será conducido a suelo estadounidense, donde se procederá a un proceso legal para la confiscación del crudo.

Este buque, que anteriormente navegaba bajo el nombre de Adisa, fue identificado en 2022 por el Departamento del Tesoro por sus vínculos presuntos con Irán y Hezbolá. En el momento de su abordaje, transportaba aproximadamente 1.1 millones de barriles de petróleo. La portavoz Claramente indicó que hay un proceso legal en marcha para confiscar ese crudo, considerando que es parte de las acciones que EE.UU. está tomando contra Maduro.

## Impacto en la política y las sanciones

Desde el Congreso, la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, calificó la operación como un golpe al «régimen» socialista de Caracas. Afirmó que la acción fue un éxito para contrarrestar a un régimen acusado de llenar EE.UU. de drogas mortales. La operación fue acompañada por una orden de decomiso en manos del FBI, diferenciándose de otros ataques marítimos que han causado víctimas en los últimos meses.

Esta acción representa una intensificación en la campaña de hostigamiento contra Venezuela, país que sufre una crisis económica grave y un aislamiento político, dependiendo en gran medida de la venta de sus recursos naturales para su supervivencia. El gobierno de Maduro calificó la incautación como un «robo descarado» y un «acto de piratería internacional».

## Reacciones internacionales y acusaciones

Maduro, sancionado por Estados Unidos por presunta dirección del cártel de los Soles, dialogó por teléfono con Putin, quien expresó su solidaridad y confirmó su apoyo a Maduro. La presidencia rusa también anunció que ambos mandatarios reafirmaron su compromiso con proyectos conjuntos entre ambos países.

Cuba se sumó a las declaraciones de apoyo a Maduro, debido a su dependencia energética del país sudamericano. Por su parte, Washington mantiene acusaciones antiguas contra Caracas, incluyendo supuestos vínculos con narcotráfico y varias detenciones de sobrinos de Maduro en Haití en 2016. Algunas de esas personas fueron condenadas en EE.UU. en 2017 y posteriormente liberadas a cambio de presos en Venezuela.

Naciones Unidas, a través de António Guterres, expresó preocupación por la incautación del buque, considerando que Venezuela continúa siendo objeto de sanciones y presencia internacional en medio de una compleja situación política y económica. Además, EE.UU. ha desplegado una gran fuerza militar en la región, junto con la autorización para operaciones de inteligencia en Venezuela, en una estrategia que busca fortificar su presencia y presión sobre el país sudamericano.