JNE retrasa el voto digital hasta 2026 por riesgos a la confianza electoral

El JNE confirma que el voto digital no será implementado en las Elecciones Generales 2026

Con el calendario electoral en marcha y a pocos meses de las Elecciones Generales 2026, el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) anunció una decisión que afecta uno de los cambios más esperados en la materia electoral: el voto digital no se aplicará en los comicios de abril.

Tras evaluar la solución tecnológica desarrollada por la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE), el máximo órgano electoral aprobó una opinión técnica desfavorable respecto a la viabilidad de esta modalidad. La decisión fue comunicada oficialmente y se basa en los resultados de una auditoría que detectó riesgos que podrían comprometer la confianza y la integridad del proceso electoral de 2026.

Decisión fundamentada en riesgos y estado del sistema

El comunicado del JNE señala que, si bien reconoce los esfuerzos técnicos y el profesionalismo del equipo de la ONPE, el sistema de voto digital aún no cumple con los estándares necesarios. El organismo afirmó que «el sistema aún no reúne las condiciones para garantizar la integridad, seguridad y confianza que requiere un proceso electoral de alcance nacional«.

El Pleno del JNE concluyó que la Solución Tecnológica de Voto Digital (STVD) “no resulta viable para su aplicación inmediata” en las Elecciones Generales 2026, principalmente debido a los riesgos identificados durante la auditoría técnica. La evaluación técnica fue determinante para tomar esta decisión.

Estado de desarrollo y garantías de seguridad

Uno de los aspectos clave señalados por el organismo es el estado de desarrollo de la propuesta de voto digital. Según el JNE, la solución tecnológica aún se encuentra en fase de desarrollo y no cuenta con mecanismos de seguridad suficientes para asegurar que las votaciones reflejen de manera auténtica, libre y espontánea la voluntad de los ciudadanos. Además, no existen garantías plenas de que los resultados del escrutinio sean precisos y oportunos.

Consideraciones sobre el tiempo y el cronograma electoral

El JNE también destacó que el cronograma electoral de las Elecciones Generales 2026 es preclusivo e improrrogable. Esto limita cualquier posibilidad de realizar ajustes, pruebas adicionales o cambios estructurales en un sistema que, por su complejidad, requiere altos estándares de validación técnica y confianza pública.

En este contexto, la implementación del voto digital en el escenario actual podría generar riesgos que afecten la confianza ciudadana y la legitimidad del proceso electoral, principios que el JNE tiene el deber de proteger constitucionalmente.

Un paso atrás en la modernización electoral

Esta decisión contrasta con el impulso que la ONPE había dado en los últimos meses al voto digital, presentado como un mecanismo voluntario, alternativo y complementario al voto tradicional, con el fin de facilitar la participación ciudadana y avanzar en la modernización del sistema electoral.

El JNE, sin embargo, dejó en claro que esta evaluación no descarta el objetivo a largo plazo. Reconoció el esfuerzo técnico y el potencial del voto digital como una alternativa viable para futuros procesos, pero subrayó que en este momento no cumple con los requisitos necesarios.

Reacciones y próximos pasos

Tras el anuncio, la ONPE anunció que se pronunciará sobre el informe técnico desfavorable. La respuesta del organismo será clave para determinar si continuará desarrollando el voto digital para procesos futuros o si realizará ajustes sustanciales en su estrategia tecnológica.

Más allá de las decisiones institucionales, esta resolución del JNE reabre el debate sobre el equilibrio entre innovación tecnológica y la necesidad de garantizar la confianza electoral, especialmente en un contexto político caracterizado por la fragmentación, la desconfianza ciudadana y cuestionamientos recurrentes a los procesos democráticos.

El mensaje del máximo ente electoral es claro: cualquier cambio en la forma de votar debe asegurar, sin duda alguna, que los resultados reflejen fielmente la voluntad popular. Por ahora, el voto digital aún no cumple con ese estándar para las Elecciones Generales 2026.