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EE. UU. lanza campaña antidrogas en el Caribe y Pacífico dejando más de 100 muertos y planteando dudas legales

Escrito por radioondapopular
diciembre 20, 2025
EE. UU. lanza campaña antidrogas en el Caribe y Pacífico dejando más de 100 muertos y planteando dudas legales

Una historia de tragedia en medio de un conflicto impredecible

En octubre de 2025, Robert Sánchez salió a pescar con su lancha, sin imaginar que sería su última aventura. Antes de partir, informó a su madre que haría un viaje breve de solo dos días, sin especificar su destino. Sin embargo, con el paso del tiempo, la familia se enteró de un ataque de EE.UU. ( ver aquí) que terminó con la vida y los sueños del venezolano de adquirir un bote para pescar junto a sus cuatro hijos.

Este incidente revela una realidad lejos de perfiles de “narcoterroristas.” Documentos y casos similares muestran una trama donde la pobreza y la informalidad empujan a trabajadores sin alternativas económicas a condiciones peligrosas, como embarcaciones que terminan siendo blancos militares.

## Casi cuatro meses de ataques militares y preguntas sin respuesta

Desde que en diciembre de 2025 el gobierno de Donald Trump llevó a cabo una ofensiva militar en el Caribe y el Pacífico contra presuntas narcolanchas (más información aquí), los problemas legales y políticos no han hecho más que intensificarse. La estrategia, considerada un giro en la política antidrogas de EE.UU., ha generado múltiples cuestionamientos debido a la ausencia de vínculos comprobados de muchas víctimas con organizaciones criminales.

La opacidad del Pentágono, que se rehúsa a divulgar información clave, y la judicialización del asunto ante instancias como la CIDH, han transformado este proceso en un conflicto con implicaciones legales y políticas más amplias. La campaña contra el narcotráfico ha puesto en entredicho los límites del poder militar estadounidense fuera de un conflicto armado formal.

## Las víctimas: historias que reflejan pobreza y desesperación

Uno de los casos más impactantes es el de Robert Sánchez, un pescador de 42 años oriundo de Güiria, reconocido por su destreza navegando en condiciones difíciles, incluso de noche. Su familia, que lo recuerda como un trabajador dedicado con un ingreso mensual de unos 100 dólares, nunca imaginó que un viaje con fines económicos terminaría con su vida.

Tras el ataque, la familia se enteró a través de redes sociales, y la noticia los destrozó en segundos. La madre sufrió una recaída emocional y tuvo que ser medicada. La tristeza se extendió a sus hijos, quienes aún conservaban la esperanza de que su padre estuviera vivo.

El trágico desenlace no solo dejó sin padre a sus cuatro hijos, sino que también truncó el sueño de muchos de obtener su propio bote, resultado de años de esfuerzo y amor por la pesca.

### Casos adicionales y cuestionamientos sobre la verdadera motivación de las operaciones militares

La situación refleja que muchos pescadores y trabajadores son víctimas de la pobreza, empujados a estas situaciones desesperadas, y no necesariamente vinculados con el crimen organizado. Las investigaciones periodísticas de Associated Press, BBC Mundo y The Washington Post, indican que varias de las víctimas no tenían pruebas sólidas de vínculos con organizaciones criminales.

Aunque no existe un listado oficial con los nombres de los 104 fallecidos en los bombardeos en alta mar, algunos relatos en comunidades de la península de Paria confirman que muchas víctimas, como Sánchez, parecen haber sido víctimas de la pobreza más que de una implicación criminosa.

## Jóvenes en medio de la violencia y el dolor familiar

Uno de los jóvenes que perdió la vida en estos ataques fue Dushak Milovcic, de 24 años, alumno de la Academia de la Guardia Nacional en Venezuela. Según quienes lo conocieron, abandonó la formación militar atraído por el dinero y la adrenalina del narcotráfico, llegando a ocupar roles clave en embarcaciones de drogas. El número de viajes antes de su muerte en 2025 no es claro.

Otra víctima fue Chad Joseph, un trinitense de 26 años. Su familia afirma que mantuvo contacto con él antes del ataque y cuestiona la falta de información oficial. La tía de Chad, Lynette Burnely, expresó públicamente su desesperación: “Si el ministro sabe algo, ¿por qué no lo dice?”

También se reportó la posible pérdida de Rishi Samaroo, de 41 años, originario de Trinidad y Tobago. Su familia aseguró haber hablado con él antes de abordar la embarcación, y hasta ahora no hay comunicación oficial que confirme su deceso. La falta de información oficial mantiene la angustia y la incertidumbre en sus seres queridos.

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