Descubren la mayor telaraña del mundo en la Cueva de Azufre, en la frontera entre Grecia y Albania

Un equipo internacional de científicos ha identificado la telaraña más grande conocida hasta la fecha en la llamada Cueva de Azufre, un sistema subterráneo situado en la frontera entre Grecia y Albania. La estructura ocupa una superficie de 106 metros cuadrados y alberga a más de 111.000 arañas que habitan sobre un entramado de seda en un entorno caracterizado por la oscuridad total y la presencia constante de gases tóxicos.

El hallazgo fue publicado en la revista Subterranean Biology y despertó un inmediato interés en la comunidad científica debido a la magnitud de la colonia y a la convivencia de dos especies distintas en un mismo espacio. La telaraña se extiende a lo largo de un pasaje estrecho y de baja altura, donde las condiciones extremas del ambiente limitan la presencia de otros organismos y conforman un ecosistema sustentado por procesos químicos asociados al azufre.

¿Por qué el hallazgo de la telaraña en la Cueva de Azufre es considerado único a nivel mundial?

La singularidad de este descubrimiento radica tanto en el tamaño de la estructura como en su composición. La superficie de seda está formada por miles de telarañas individuales con forma de embudo, conectadas entre sí para conformar un tapiz continuo. Aunque aparenta ser una sola red, en realidad se trata de múltiples construcciones superpuestas que cubren paredes y techos de la cueva.

Además, la cantidad de ejemplares registrados en un espacio tan reducido resulta extraordinaria. Los investigadores estimaron la presencia de aproximadamente 69.000 arañas de la especie Tegenaria domestica y más de 42.000 de Prinerigone vagans. Según el biólogo István Urák, jefe del estudio y especialista de la Universidad Sapientia de Transilvania, “esta es la primera evidencia de comportamiento colonial en ambas especies y probablemente la telaraña más grande del mundo”.

El primer aviso sobre esta estructura se produjo en 2022, tras observaciones realizadas por miembros de la Sociedad Espeleológica Checa. Esto motivó una expedición de investigación en 2024, que confirmó la magnitud y características de la colonia.

¿Cómo afecta el ambiente rico en azufre y las adaptaciones biológicas a las arañas de la Cueva?

La Cueva de Azufre presenta un entorno marcado por un arroyo subterráneo cargado de hidrógeno sulfuroso, responsable del olor intenso y la acidez del lugar. Las paredes del sistema cavernoso están cubiertas por una biopelícula blanca producida por bacterias que oxidan el azufre, formando una base microbiana que sostiene a diversos insectos, entre ellos mosquitos no picadores, que constituyen la principal fuente de alimento para las arañas.

Las condiciones extremas del hábitat influyen directamente en la conducta y la alimentación de las especies presentes. En situaciones normales, Tegenaria domestica puede alimentarse de otras arañas, incluso de individuos de su misma especie. Sin embargo, en la cueva no se han registrado conductas predatorias entre las diferentes especies. Los análisis genéticos y estudios del microbioma revelaron diferencias significativas entre las poblaciones cavernícolas y las que habitan en ambientes externos.

Las muestras mostraron una menor diversidad bacteriana en el microbioma intestinal, con adaptaciones específicas a una dieta influenciada por organismos vinculados al azufre. Esto refuerza la importancia biológica de esta colonia, ubicada en un espacio compartido por países europeos, que representa un ejemplo único de adaptación a condiciones extremas en la biodiversidad subterránea.