Tradiciones navideñas en Perú: una fusión cultural

La celebración de la Navidad en Perú se distingue por la integración de tradiciones religiosas, costumbres locales y expresiones musicales que han evolucionado a lo largo de los siglos. Entre los elementos más emblemáticos destacan los villancicos, canciones que, lejos de ser simples adornos, desempeñan un papel fundamental en la transmisión de valores y en la construcción de la identidad navideña tanto en el país andino como en otros países hispanohablantes.

Los villancicos en las celebraciones peruanas

En la actualidad, los villancicos forman parte activa de las festividades navideñas en Perú, evidenciado en la variedad de estilos y en la participación de coros y artistas que adaptan estas melodías a ritmos propios del país.

Grupos como Los Toribianitos y el coro del colegio Manuel Pardo de Chiclayo han establecido un repertorio tradicional durante la temporada navideña. Además, intérpretes de música criolla, como Los Cimarrones y la Familia Ballumbrosio, han incorporado villancicos a géneros autóctonos, fortaleciendo la imagen de una “Navidad criolla” en el imaginario colectivo peruano.

Origen e historia de los villancicos

Los villancicos tienen sus raíces en la Edad Media en España y Portugal, donde surgieron como canciones populares de los “villanos”, habitantes humildes de las villas. En los siglos XII y XIII, estas composiciones se caracterizaban por abordar temas rurales, amorosos o satíricos y se interpretaban sin acompañamiento instrumental.

El término “villancico”, derivado del latín villanus, refleja su carácter popular y su función como medio de expresión para las clases menos privilegiadas.

Su transformación en símbolos navideños ocurrió entre los siglos XV y XVI, cuando la Iglesia Católica reconoció el potencial de estas melodías para la evangelización.

Debido a que las misas se celebraban en latín y resultaban inaccesibles para la mayoría, la Iglesia adaptó las letras de los villancicos, sustituyendo temas profanos por mensajes religiosos centrados en el nacimiento de Jesús y la figura de la Virgen María. Así, los villancicos pasaron a integrarse en la liturgia, especialmente durante el Adviento y la Navidad, consolidándose como herramientas efectivas para la evangelización.