China denuncia violación del derecho internacional por EE. UU. tras incautación de petroleros cerca de Venezuela

China denuncia las incautaciones de petroleros venezolanos por Estados Unidos

El lunes 22 de diciembre, China expresó su enérgico rechazo a las recientes incautaciones de buques petroleros venezolanos por parte de Estados Unidos. La diplomacia china calificó estas acciones como arbitrarias y las catalogó como una «grave violación del Derecho Internacional». Además, el régimen de Nicolás Maduro acusó a Washington de realizar un acto de «piratería» en contra de sus embarcaciones.

Hasta ahora, el gobierno de Donald Trump ha confiscado dos buques con crudo sancionado y está intentando intervenir en el barco Bella 1. Sin embargo, uno de estos navíos no aparece en la lista oficial del Departamento del Tesoro de EE. UU. de embarcaciones sancionadas. Por otro lado, otro de los buques sería parte de la llamada «flota fantasma venezolana», utilizada para traficar petróleo robado y financiar actividades del régimen narcoterrorista.

China se solidariza con Venezuela y critica las sanciones

El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Lin Jian, afirmó que el gobierno de Xi Jinping «se opone sistemáticamente a las sanciones unilaterales ilegales», las cuales considera carecen de fundamento en el derecho internacional. También rechazó cualquier acción que vulnere la soberanía y seguridad de otros países, así como las medidas que puedan interpretarse como intimidación unilateral.

Pekín ha mantenido una postura de tensión constante con Washington, principalmente en torno a los aranceles comerciales. Tras las recientes incautaciones de petroleros venezolanos, que EE. UU. sostiene estaban sancionados, China defendió al régimen chavista. Las autoridades chinas consideran estas acciones como parte de una estrategia estadounidense para ejercer presión, acusando a los barcos de crudo de ser utilizados para financiar actividades ilícitas y promover el narcoterrorismo, la trata de personas, el asesinato y el secuestro.

Para Jian, Venezuela tiene el derecho de mantener una cooperación independiente y beneficiosa con otros países. La comunidad internacional, según afirmó, respalda y comprende la posición de Caracas para defender sus derechos legítimos. Desde que Donald Trump desplegó su política de incursiones en el Caribe, China ha condenado enérgicamente estas acciones, calificándolas como «injerencias en los asuntos internos».

Venezuela denuncia a EE. UU. por «robo» y toma medidas

El 10 de diciembre, Washington confiscó el buque sancionado Skipper y el petróleo que transportaba. Además, anunció a través de la red social Truth Social la imposición de un «bloqueo total y completo» de todos los buques que transiten por Venezuela. La respuesta del gobierno venezolano no se hizo esperar, condenando estas acciones y acusando a EE. UU. de «robo». El régimen prometió adoptar medidas y ya informó que mantendrá contacto con la ONU, específicamente con su secretario general, António Guterres.

El 20 de diciembre, Kristi Noem, secretaria de Seguridad Nacional de EE. UU., confirmó la incautación de un segundo buque, Centuries. La nave, con «bandera falsa», sería parte de la llamada «flota fantasma» venezolana. La información indica que la Guardia Costera estadounidense, con apoyo del Departamento de Guerra, abordó el buque tras su último atraque en Venezuela.

Anna Kelly, subsecretaria de prensa de la Casa Blanca, aclaró que esta embarcación no figuraba en la lista oficial de buques sancionados por el Tesoro, pero que transportaba petróleo de PDVSA, la estatal venezolana, sancionada por Washington.

El respaldo de China al régimen de Maduro

El canciller venezolano, Yván Gil, expresó en sus redes sociales su «más sincero agradecimiento» a China por defender el derecho internacional y rechazar las prácticas de hegemonía unilateral por parte de EE. UU. Gil afirmó que las acciones llevadas a cabo por Washington «constituyen una violación de la Carta de la ONU y de los principios fundamentales de soberanía y autodeterminación».

Desde el comienzo de las operaciones en el Caribe bajo la administración de Trump, China ha condenado cualquier acción que perciba como intimidación contra Venezuela, calificándola como «injerencia en los asuntos internos». El apoyo chino ha sido constante en respaldo al derecho del país sudamericano de seguir sus propias políticas y fortalecer su soberanía frente a las presiones externas.