Así operan los buques fantasmas vinculados al régimen venezolano y su caza en el Caribe

El enigma de los ‘buques fantasmas’ y su papel en el comercio ilegal de petróleo

Los llamados ‘buques fantasmas’ representan una red clandestina utilizada para evadir sanciones internacionales en el transporte de petróleo. Desde que en 2019 se impusieron restricciones al régimen de Nicolás Maduro, estos antiguos petroleros, difíciles de identificar, han sido clave para mantener en marcha la industria petrolera venezolana afectada por las sanciones de Estados Unidos.

A pesar de los esfuerzos internacionales por detener las exportaciones de crudo venezolano, las sanciones no han logrado paralizar completamente la actividad. La flota fantasma cumple un papel fundamental en esquivar los controles globales. Sin embargo, con la llegada de la administración de Donald Trump, las operaciones ilegales se intensificaron, resaltando con la captura de barcos como el Skipper y el Centurion.

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¿Quiénes integran la flota fantasma y cómo operan?

Según la firma de análisis marítimo Windward, la flota fantasma comprende aproximadamente 1.300 embarcaciones que funcionan fuera de los sistemas convencionales de regulación. De acuerdo con S&P Global, uno de cada cinco petroleros en el mundo forma parte de esta red de contrabando, y el 10% de estos transporta crudo venezolano.

Esta práctica no se limita a Venezuela; países como Irán y Rusia también emplean estos barcos para evadir sanciones de EE. UU. y aliados. La mitad de los buques transportan petróleo ruso, mientras que el 20% restante no tiene vínculo con ningún país específico, permitiendo la circulación de crudo de diferentes regiones.

Un informe de la BBC explica que estos petroleros usan variadas tácticas para ocultar su origen, como cambiar constantemente de nombre y bandera o manipular sus sistemas de identificación. La mayoría, con más de 15 años de antigüedad, son más económicos y fáciles de adquirir, facilitando así su incorporación en las redes ilegales.

Barcos ‘zombis’ y estrategias de ocultamiento

Algunos petroleros, denominados ‘zombis’, logran usurpar identidades de embarcaciones ya desmanteladas al adoptar sus números de registro para evadir los controles de la Organización Marítima Internacional (OMI). Esto permite que las embarcaciones continúen operando sin ser detectadas fácilmente.

En Venezuela, en particular, los casos de los barcos Skipper y Centurion mostraron registros bajo banderas diferentes cuando fueron incautados. El 10 de diciembre, CBS News reportó la captura del Skipper, un buque sancionado desde 2022 por respaldar redes que financian a la Guardia Revolucionaria iraní y Hezbolá.

Este buque operaba con el nombre Adisa (anteriormente Tokyo) y estaba ligado al empresario ruso Viktor Artemov, en la lista de sancionados. Días después, el 20 de diciembre, Estados Unidos confiscó el Centurion, que navegaba bajo una bandera panameña y no había sido sancionado en ese momento.

Presencia de flotas ilegales en el mar venezolano

La investigación de Bloomberg en abril detectó varias operaciones de ‘barcos zombis’ en aguas venezolanas. Mediante imágenes satelitales, compararon las imágenes actuales con registros históricos, demostrando que algunos de estos petroleros habían cambiado de nombre y número de identificación para evitar ser detectados.

En octubre, la ONG Transparencia Venezuela informó que 71 buques extranjeros operaban en las instalaciones de Pdvsa, de los cuales 15 estaban sancionados y nueve pertenecían a flotas fantasmas que operaban de manera encubierta, desactivando sus señales de posicionamiento.

El reporte también documentó varias transferencias ilícitas de crudo cerca de la bahía de Amuay, en Falcón, donde se hallaron al menos seis operaciones de trasvase de petróleo entre barcos, la mayoría con banderas de países como Panamá y Singapur. Estas operaciones ilegales reflejan la sofisticación y persistencia de las redes que utilizan estas embarcaciones para el contrabando y la evasión de sanciones.