Ecuador cierra la mayoría de sus fronteras con Colombia y Perú por seguridad nacional en medio de la lucha contra el narcotráfico

Ecuador cierra sus fronteras con Colombia y Perú e implementa restricciones en pasos internacionales

Desde el miércoles 24 de diciembre de 2025, Ecuador ha cerrado sus fronteras con Colombia y Perú, manteniendo operativos solo dos pasos internacionales. La decisión, anunciada por la Cancillería, responde a medidas de seguridad nacional en medio de una fuerte ofensiva contra bandas criminales vinculadas al narcotráfico y otros delitos.

El Ministerio de Relaciones Exteriores informó mediante la red social X que los únicos pasos autorizados son Rumichaca, en la frontera norte con Colombia, y Huaquillas, en el límite sur con Perú. Los demás cruces fronterizos permanecen cerrados, sin que las autoridades hayan especificado la fecha en que estas restricciones podrían levantarse.

## Puertos de entrada autorizados

La Cancillería detalló que esta medida se notificó oportunamente a los países vecinos, Bogotá y Lima. Solo estos dos pasos permanecen habilitados para el tránsito de personas y mercancías. En el caso de Perú, el puente internacional Aguas Verdes–Huaquillas continúa abierto sin cambios, según confirmaron las autoridades de ambos países.

El único punto autorizado en la frontera con Colombia es el Centro Nacional de Atención Fronteriza (Cenaf) en Rumichaca, que conecta la provincia de Carchi con Nariño. Este paso es uno de los principales corredores de comercio y migración en la región norte del país.

Hacia Perú, la entrada permitida es el Centro Binacional de Atención Fronteriza (Cebaf) en Huaquillas, que enlaza la provincia de El Oro con Tumbes. Ambos puntos representan los principales canales legales de ingreso y salida de personas y mercancías entre ambos países.

## Contexto de seguridad y lucha contra el crimen organizado

La decisión del cierre de fronteras responde a un contexto de conflicto interno y aumento de la violencia. En 2024, el presidente Daniel Noboa declaró un estado de emergencia para combatir bandas del crimen organizado, calificadas por el gobierno como grupos terroristas. El mandatario afirmó en un acto oficial que «no iniciamos esta guerra, pero sí la vamos a terminar».

Ecuador enfrenta una de las tasas de homicidio más altas de América Latina, con 52 asesinatos por cada 100,000 habitantes, según el Observatorio Ecuatoriano de Crimen Organizado. La escalada de violencia se atribuye a disputas entre organizaciones criminales con conexiones internacionales, lo que ha elevado la prioridad de reforzar los controles en sus fronteras para contrarrestar el narcotráfico, el contrabando de armas y explosivos.