La triple frontera entre Perú, Brasil y Colombia, en riesgo por actividades ilícitas

La región ubicada en la triple frontera entre Perú, Brasil y Colombia se encuentra en una situación crítica debido a la proliferación de actividades ilegales. El narcotráfico, la minería de oro no autorizada, la tala de bosques y la presencia de bandas criminales amenazan un ecosistema de selva tropical que rebosa de biodiversidad y recursos naturales.

Impacto de las actividades ilícitas en la región

Esta zona, caracterizada por su exuberante selva, se ha convertido en un foco de operaciones ilegales. Organizaciones mafiosas internacionales, con sicarios a su servicio, talan árboles para cultivar coca, abren pistas clandestinas y establecen campamentos con laboratorios para la producción de cocaína.

Perspectivas y desafíos en la lucha contra el crimen organizado

Las autoridades resaltan que este logro en la lucha antidrogas representa un avance significativo en la contención del crimen organizado en la Amazonía. Sin embargo, advierten que la región sigue siendo vulnerable debido a su geografía y su proximidad a varias fronteras internacionales.

Mientras tanto, países como Perú y Colombia enfrentan una creciente producción de cocaína. Según el Departamento de Estado de EE. UU., Perú produjo más de 800 toneladas de cocaína en el último año, desplazando a Colombia como principal productor en Sudamérica.

Incremento en el cultivo de coca y rutas ilegales

El cultivo de coca se ha expandido a territorios limítrofes con Brasil y Colombia, incluyendo regiones como Ucayali, donde también se detectan pistas clandestinas y rutas de salida de drogas. Según un informe de Amazon Watch elaborado por Ricardo Soberón, exdirector de Devida, en 2023 se identificaron hasta 128 pistas clandestinas en seis regiones de la selva peruana.

El ministro del Interior, Vicente Tiburcio, informó que, hasta finales de 2025, Perú logró destruir más de 55.6 toneladas de droga decomisadas por la Policía Nacional, resultado de operaciones sostenidas en todo el territorio para frenar el narcotráfico.

El funcionario destacó: “En todos los frentes donde el crimen intenta avanzar, hemos pasado de una postura defensiva a una ofensiva, en línea con los lineamientos del presidente José Jerí”.

El desborde criminal en Perú y el aumento de la producción

El exministro del Interior, Rubén Vargas, advierte que Perú atraviesa su mayor desborde criminal en la historia. Según Vargas, existen dos escenarios principales: por un lado, las estructuras criminales urbanas y predatorias, donde la extorsión predomina; y, por otro, las economías ilegales vinculadas al oro y la cocaína, con brazos armados cada vez más fortalecidos.

De acuerdo con datos de la Oficina de las Naciones Unidas contra las Drogas y el Delito (UNODC), en 2024, los países productores de coca (Colombia, Perú y Bolivia) alcanzaron un récord de más de 355 mil hectáreas cultivadas. Esta cifra representa la mayor cantidad de materia prima en la historia del negocio global de cocaína.

Vargas afirma que, en 70 años de lucha contra las drogas, nunca se había producido tanta coca y, por tanto, tanta cocaína. Además, señala que, si bien Estados Unidos y Europa siguen siendo mercados tradicionales, se ha observado un aumento en el consumo en nuevos mercados como Sudáfrica, Asia y, especialmente, Brasil.

El mercado en expansión y las rutas de producción

El informe estima que cerca de cinco millones de brasileños consumen cocaína, lo que indica un cambio en el mapa del narcotráfico en la región. Vargas también señala que en los últimos cinco años, las zonas con mayor crecimiento en cultivos de coca —por encima del 100%— corresponden a las cuencas de los ríos Amazonas (Loreto), Ucayali y Pichis Palcazu (Huánuco). Estas áreas tienen rutas fluviales que facilitan el transporte y la salida de drogas hacia Brasil y otros destinos, sin control policial efectivo.

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