Loreto reporta 53 muertes infantiles por tos ferina y enfrenta desafíos en su control

La Gerencia Regional de Salud (Geresa) de Loreto confirmó el fallecimiento de 53 niños menores de cinco años por tos ferina hasta la Semana Epidemiológica 51. Esta información fue difundida oficialmente por el sector Salud. A pesar de que la enfermedad es prevenible mediante vacunación, la región amazónica se ha convertido en la zona con mayor tasa de contagios y muertes a nivel nacional.

En diálogo con RPP, Jackson Shuña Ramírez, director ejecutivo de la Red de Salud Loreto-Nauta, explicó que el avance del brote está estrechamente relacionado con las dificultades logísticas y geográficas que enfrentan los servicios de salud para llegar a las comunidades más remotas, especialmente en zonas rurales de difícil acceso.

Según datos del Centro Nacional de Epidemiología, Prevención y Control de Enfermedades (CDC) del Ministerio de Salud, Loreto no solo lidera en cantidad de casos, sino también en número de muertes, situación que ha puesto en alerta a las autoridades sanitarias tanto regionales como nacionales.

De acuerdo con la Geresa Loreto, los 53 menores fallecidos provinieron de cinco provincias en la región. La provincia de Datem del Marañón presenta la mayor tasa de mortalidad, seguida por Loreto, Alto Amazonas, Mariscal Ramón Castilla y Maynas. En estas áreas se han reportado casos graves, principalmente en la población infantil.

Asimismo, la autoridad sanitaria precisó que cinco distritos concentran el 82,1 % de los casos notificados: Andoas, Barranca, Morona, Cahuapanas y Pastaza. Estas localidades son rurales y tienen un acceso limitado a los servicios básicos de salud, lo que dificulta la detección temprana y el control del brote.

Luego de un pico de contagios en la Semana Epidemiológica 49, las autoridades informaron que los casos muestran una tendencia a la baja sostenida. Sin embargo, advierten que el riesgo persiste mientras no se logre reducir las brechas en la vacunación, especialmente en las zonas más aisladas.

Jackson Shuña explicó a RPP que llevar vacunas a zonas como la del Chambira representa un reto extremo. Incluso en el medio de transporte más rápido, el trayecto puede durar hasta 72 horas. En algunos casos, el desplazamiento completo puede extenderse por más de 15 días.

“La distancia, la dispersión y la lejanía dificultan mucho el traslado de las brigadas de salud, pero es fundamental porque las vacunas salvan vidas”, afirmó el funcionario. Además, señaló que estas dificultades no solo son logísticas, sino también culturales y comunicacionales.

Según Geresa Loreto, entre las semanas epidemiológicas 44 y 51, se evidenció una transmisión focalizada en distritos rurales. En contraste, en las zonas urbanas, el número de casos es bajo y no se registra una transmisión sostenida, lo que indica que el control de la enfermedad es más complejo en áreas aisladas.

Mientras tanto, las autoridades continúan trabajando para cerrar las brechas en la vacunación y mejorar la cobertura en las comunidades más alejadas, con la esperanza de reducir la mortalidad y la incidencia de esta enfermedad prevenible.