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De estrella televisiva a vendedor ambulante: Santiago Suárez ahora se dedica a vender marcianos para poder sobrevivir

Escrito por radioondapopular
diciembre 29, 2025
De estrella televisiva a vendedor ambulante: Santiago Suárez ahora se dedica a vender marcianos para poder sobrevivir
El recordado actor peruano se reinventa vendiendo marcianos artesanales en mercados limeños tras una difícil etapa personal, mostrando en redes cada paso de su nuevo emprendimiento junto a su madre y recibiendo apoyo del público (TikTok)

Alejado de los sets de grabación y del circuito habitual del espectáculo, Santiago Suárez reapareció en redes sociales desde un escenario distinto. El actor peruano, conocido por su paso por producciones como ‘Al fondo hay sitio’, se muestra ahora recorriendo calles y mercados de Lima para vender marcianos de fruta como parte de un emprendimiento personal.

Las imágenes, difundidas en transmisiones en vivo y videos cortos, captaron la atención de seguidores y curiosos que se acercaron no solo a comprar el producto, sino también a saludarlo.

Suárez expone así una etapa marcada por la reinvención laboral, luego de un periodo de distanciamiento de la televisión que modificó de forma visible su presencia pública y su vínculo con la industria artística local.

La trayectoria televisiva de Santiago
La trayectoria televisiva de Santiago Suárez se vio interrumpida por una denuncia que cerró puertas en la industria y lo obligó a buscar ingresos fuera del circuito artístico que lo había sostenido por años. (TikTok)

Durante varios años, Santiago Suárez fue un rostro recurrente en la pantalla peruana. Su participación en producciones de ficción y en proyectos cinematográficos lo posicionó como una figura habitual del entretenimiento nacional.

Ese recorrido se interrumpió de manera abrupta tras verse envuelto en una denuncia por presunta agresión sexual presentada en octubre de 2024 por una joven estadounidense que llegó al Perú como voluntaria del Cuerpo de Paz. A partir de ese momento, el actor dejó de aparecer en nuevas producciones y fue retirado de espacios televisivos en los que participaba.

El propio Suárez reconoció en entrevistas que, tras la denuncia, varias oportunidades laborales se cerraron. “Muchos amigos, muchos colegas me dieron la espalda, pero no soy nadie para juzgarlo”, expresó en una conversación televisiva al referirse al impacto personal y profesional del proceso que atravesaba. Ese distanciamiento marcó un quiebre en una carrera construida principalmente en la actuación, obligándolo a buscar otras formas de sostener su actividad económica.

Lejos de optar por el silencio, el actor decidió mostrar públicamente su nueva rutina. En redes sociales comenzó a compartir videos donde se le ve comprando fruta, preparando los marcianos y saliendo a venderlos en distintos puntos de la capital. La exposición de ese proceso generó sorpresa entre quienes lo asociaban exclusivamente con la ficción y el espectáculo.

La difusión constante de su
La difusión constante de su rutina como vendedor generó reacciones, visitas y fotografías con clientes, consolidando un relato cotidiano que mantiene vigente su figura fuera del espectáculo tradicional. (TikTok)

El emprendimiento, que Suárez promociona bajo el nombre “Marcianos, el más guapo”, se apoya de manera constante en las plataformas digitales. A través de historias y transmisiones en vivo, el actor informa sobre los lugares donde estará ofreciendo sus productos, como el mercado Mirones, en el Cercado de Lima, además de otras zonas concurridas. En uno de esos registros, se le escucha decir: “Aquí está mi viejita que se va a comprar la fruta”, mientras muestra a su madre acompañándolo en la preparación de los chupetes helados.

Las escenas no tardaron en viralizarse. Usuarios de redes acudieron a los puntos de venta, compraron los marcianos y se tomaron fotografías con él. Según se observa en los videos difundidos, Suárez logró vender toda la mercadería en una sola jornada, un detalle que reforzó la narrativa de éxito inmediato del negocio y evidenció su capacidad para conectar con el público en un contexto distinto al artístico.

El actor no se limita a la venta. También documenta la elaboración del producto, la logística previa y el trato con los clientes, construyendo un relato cotidiano que mezcla cercanía, exposición personal y estrategia digital. Esa decisión lo mantiene vigente en la conversación pública, aunque desde un lugar ajeno a los roles que lo hicieron conocido.

Lejos de ocultarse, el actor
Lejos de ocultarse, el actor asume su presente laboral con un discurso frontal sobre el trabajo y la dignidad, en un contexto marcado por la controversia y la incertidumbre sobre su futuro artístico. (TikTok)

La nueva faceta de Santiago Suárez se desarrolla mientras el proceso legal que lo involucra continúa siendo parte del debate mediático. La denuncia por presunta agresión sexual provocó no solo su salida de proyectos televisivos, sino también una revisión pública de su figura. En ese contexto, su aparición como vendedor ambulante fue interpretada por algunos sectores como un gesto de resiliencia y por otros como una consecuencia directa del aislamiento laboral.

El propio actor ha señalado que no siente vergüenza por trabajar en actividades alejadas del espectáculo. “He hecho de todo… nunca me he avergonzado de trabajar”, afirmó en una conversación con Aldo Miyashiro, una frase que volvió a circular tras difundirse los videos de su emprendimiento. Esa postura se refleja en la manera directa con la que enfrenta su presente, sin ocultar las dificultades ni idealizar el proceso.

Además de los marcianos, Suárez utiliza sus redes para promocionar talleres de actuación, una señal de que no ha abandonado por completo el vínculo con su formación artística. Aunque por ahora se mantiene fuera de la televisión y el cine, su exposición constante deja abierta la posibilidad de un eventual retorno, condicionado por la evolución de su situación legal y por la disposición de la industria.

Mientras tanto, su imagen se redefine en el espacio público. De actor recurrente en la pantalla pasó a convertirse en protagonista de un relato urbano que mezcla trabajo callejero, redes sociales y contacto directo con la gente. Las escenas de Santiago Suárez recorriendo mercados limeños con una conservadora de marcianos resumen una etapa distinta de su trayectoria, marcada por la necesidad de reinventarse y por una atención mediática que, aunque transformada, permanece activa.

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