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Descubren en el Canal de la Mancha los restos del buque de guerra británico Northumberland hundido en 1703

Escrito por radioondapopular
agosto 1, 2025
Descubren en el Canal de la Mancha los restos del buque de guerra británico Northumberland hundido en 1703

Restos del Northumberland, un buque de guerra hundido en 1703, emergen en las costas de Kent

En el Canal de la Mancha, frente a la costa de Kent, un equipo de arqueólogos marítimos trabaja arduamente en una misión que combina historia y conservación. Su objetivo es explorar y documentar los restos del Northumberland, un buque de guerra inglés hundido hace más de 300 años. La importancia de este hallazgo radica en que se trata de uno de los vestigios marinos más emblemáticos y mejor conservados de la historia naval británica, protegido durante siglos por las arenas móviles del Goodwin Sands.

Este navío, construido en 1679 en Bristol, fue parte de una modernización de la armada impulsada por Samuel Pepys, una figura clave en la historia naval de Inglaterra. Con una capacidad de 70 cañones, el Northumberland estuvo en servicio durante un período crítico, hasta que una de las tormentas más devastadoras registradas en la región lo hundió en noviembre de 1703, junto a otros tres barcos. Se estima que alrededor de 250 tripulantes perdieron la vida en el naufragio, dejando una marca imborrable en la memoria marítima del Reino Unido.

Una tragedia que marcó la historia naval británica

El desastre ocurrió durante la Gran Tormenta de noviembre de 1703, una de las más destructivas en la historia de Inglaterra. La tempestad azotó con fuerza el sureste del país, causando la pérdida de varias embarcaciones y vidas humanas. Los registros históricos detallan que, además del Northumberland, otros buques como el Restoration, el Stirling Castle y el Mary, también quedaron en el fondo del mar. La tragedia dejó un saldo de aproximadamente 250 tripulantes muertos, en uno de los sucesos marítimos más graves de la época.

Tras siglos en el lecho marino, los restos del Northumberland permanecieron ocultos bajo las arenas movedizas de Goodwin Sands, una prolongada barra arenosa que ha sido testigo de numerosos naufragios. Fue en 1979 cuando el pecio fue descubierto accidentalmente por un pescador, y desde entonces ha sido objeto de múltiples expediciones arqueológicas. La dinámica de las dunas submarinas, que alternan períodos de exposición y entierro, ha convertido la recuperación y conservación del hallazgo en un desafío constante para los investigadores.

El desafío de la conservación y la historia en riesgo

El Northumberland descansa a una profundidad de entre 15 y 20 metros, cubierto por sedimentos y arena, que en cierto modo han protegido su estructura durante siglos. Sin embargo, la misma arena que ayuda a preservar el casco también lo oculta y lo expone a movimientos impredecibles. La acción de las dunas submarinas, que migran continuamente, hace que los restos puedan estar expuestos durante años y luego ser completamente cubiertos durante décadas, dificultando su estudio y conservación.

Hefin Meara, arqueólogo marítimo de Historic England, explicó a CNN que Goodwin Sands es “un lugar muy dinámico” donde los naufragios no permanecen en un solo lugar. “Las dunas migran constantemente, y un naufragio puede quedar expuesto durante un tiempo y luego volver a ser enterrado por cinco o seis metros de arena, desapareciendo durante décadas”, señaló. Esta naturaleza cambiante ha sido uno de los principales obstáculos para la conservación del Northumberland desde su descubrimiento en 1979.

Importancia del hallazgo y perspectivas futuras

La recuperación de artefactos y restos de la vida a bordo del Northumberland ofrece una ventana única para comprender la construcción naval y las condiciones de vida en la época Estuardo. Los arqueólogos esperan que, con avances tecnológicos, puedan preservar mejor estos vestigios y ampliar el conocimiento sobre la historia marítima británica.

Este descubrimiento no solo tiene valor histórico, sino que también subraya la necesidad de proteger estos patrimonios sumergidos ante las amenazas del cambio climático y las actividades humanas. La constante migración de las dunas y la erosión representan riesgos que podrían destruir en cualquier momento estos vestigios de gran valor cultural y patrimonial. La atención especializada y los esfuerzos internacionales son cruciales para garantizar su preservación futura.

En definitiva, la exploración del Northumberland en Goodwin Sands sigue siendo una aventura que combina historia, ciencia y conservación, con la esperanza de que estos restos ayuden a reconstruir el pasado y a entender mejor la historia naval de Inglaterra.

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