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El nuevo orden comercial de Trump: aranceles, alianzas y el riesgo de un juego que EE.UU. no puede ganar

Escrito por radioondapopular
agosto 2, 2025
El nuevo orden comercial de Trump: aranceles, alianzas y el riesgo de un juego que EE.UU. no puede ganar





El Nuevo Orden Comercial de Estados Unidos y sus Implicaciones

El surgimiento de un sistema comercial basado en preferencias unilaterales

Más de 100 días después del llamado “Día de la Liberación” por parte del presidente Donald Trump, se empieza a notar claramente un nuevo esquema en las relaciones comerciales globales. Este modelo se caracteriza por un sistema de “preferencia imperial”, donde Estados Unidos busca imponer sus intereses a través de aranceles y acuerdos que favorecen sus propias condiciones. La tensión con Canadá, por ejemplo, aumentó cuando el país norteamericano anunció un arancel del 35% por su reconocimiento de Palestina como Estado, lo que enfureció a Trump.

El 31 de julio, el gobierno estadounidense anunció que aplicaría aranceles “recíprocos” de entre el 10% y el 41% a varios socios comerciales, argumentando que algunos países estaban engañando injustamente a Estados Unidos en cuestiones comerciales. En respuesta, naciones como la Unión Europea, Japón y Corea del Sur firmaron acuerdos con Washington para abrir sus mercados e invertir en EE. UU., a cambio de gravámenes del 15% en sus exportaciones. Este movimiento busca consolidar una economía de preferencia en la que Estados Unidos mantiene el control, favoreciendo sus intereses económicos.

¿Beneficia realmente a Estados Unidos este nuevo orden?

Existe una percepción extendida de que Estados Unidos se beneficia de estas medidas. El presidente ha logrado que sus principales socios lleguen a acuerdos que, en muchos casos, favorecen sus demandas. Los mercados financieros, en apariencia, han ignorado la escalada arancelaria; la economía real muestra pocas señales de deterioro y los ingresos por aranceles siguen en aumento. Sin embargo, esta visión puede ser engañosa. El juego aún no termina, y las dificultades para la economía estadounidense podrían ser mayores de lo que parecen.

El 7 de agosto, el tipo arancelario efectivo de EE. UU. alcanzará el 18%, casi ocho veces lo que era el año pasado, situándose en niveles similares a los de la Gran Depresión, según el Laboratorio de Presupuesto de Yale. Aunque para el movimiento MAGA esto representa una victoria, pues las aduanas estadounidenses recaudan aproximadamente 30.000 millones de dólares mensuales, los efectos a largo plazo pueden ser perjudiciales. Países como Europa han expresado su preocupación, lamentando que los costos recayeran en el bloque tras los acuerdos con Trump.

El impacto económico de los aranceles y su verdadera carga

Un error común es pensar que los aranceles solo afectan a los vendedores extranjeros. La realidad demuestra que los mayores perjudicados suelen ser los consumidores y las empresas de EE. UU. que enfrentan precios más altos. Estudios de Goldman Sachs explican que aproximadamente el 80% de los costos adicionales derivados de los aranceles han sido asumidos por las empresas y consumidores estadounidenses. Por ejemplo, fabricantes de automóviles como Ford y General Motors reportaron que pagaron entre 800 y 1.100 millones de dólares en costos adicionales durante el segundo trimestre debido a los aranceles.

¿Qué decir de la aparente estabilidad de los mercados? El FMI ha revisado al alza sus proyecciones de crecimiento mundial y estadounidense. Aunque el índice S&P 500 cayó tras la imposición de los aranceles, aún se mantiene cerca de un 12% por encima de los niveles previos al “Día de la Liberación”. El dólar, aunque débil, se ha fortalecido en las últimas semanas. La fortaleza de la economía se atribuye a otros factores, como la acumulación de inventarios antes de la entrada en vigor de los aranceles y un auge en inversiones en inteligencia artificial, que ha contribuido significativamente al crecimiento del PIB en los últimos trimestres.

Perspectivas y riesgos a largo plazo

El sistema de aranceles bilaterales, que Trump favorece, puede tener graves consecuencias a largo plazo. La estrategia de aplicar tarifas diferenciadas según el origen de los productos, en lugar de un sistema multilateral, genera una dinámica de negociaciones constantes y aumenta los costos para todos los actores económicos. Aunque los mercados financieros muestran confianza en que las empresas se adaptarán, existe la posibilidad de que esta política conduzca a una escalada de tensiones comerciales y a una disminución de las opciones para los consumidores estadounidenses.

En definitiva, si bien en el corto plazo estas medidas parecen beneficiar a EE. UU., las consecuencias a largo plazo podrían ser perjudiciales. La economía mundial y estadounidense enfrentan un escenario de incertidumbre, en el que las decisiones unilaterales pueden limitar el crecimiento y la estabilidad económica global.


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