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Europa prepara el primer vuelo hipersónico de pasajeros con el innovador proyecto Invictus, que en 2031 buscará unir la atmósfera y la órbita desde una pista convencional

Escrito por radioondapopular
agosto 3, 2025
Europa prepara el primer vuelo hipersónico de pasajeros con el innovador proyecto Invictus, que en 2031 buscará unir la atmósfera y la órbita desde una pista convencional





Europa avanza en tecnología hipersónica con el proyecto Invictus

Europa se acerca a una revolución en transporte con vuelos hipersónicos

Europa ha dado un paso importante en el desarrollo de aeronaves que puedan despegar desde una pista convencional y alcanzar tanto la atmósfera como la órbita en un solo vuelo. La Agencia Espacial Europea (ESA) y la consultora británica Frazer-Nash anunciaron una fecha tentativa para el primer vuelo de prueba de una nave hipersónica de pasajeros, bajo el proyecto Invictus. Si todo marcha según lo planeado, los primeros vuelos experimentales podrían comenzar en 2031.

El objetivo de Invictus es crear un avión espacial reutilizable capaz de alcanzar velocidades que superan por cinco veces la del sonido, con la capacidad de despegar desde una pista convencional y llegar al espacio. Este avance representa un desafío técnico de gran envergadura, ya que implica diseñar una aeronave que resista temperaturas extremas tanto en la superficie del fuselaje como en los sistemas de propulsión durante el vuelo hipersónico.

Innovaciones tecnológicas clave en el proyecto

Uno de los componentes esenciales del proyecto es un sistema de preenfriamiento desarrollado por la extinta empresa Reaction Engines, responsable del motor SABRE. Este motor combina la funcionalidad de un reactor a chorro en la atmósfera y un cohete en el espacio, permitiendo una operación híbrida. Aunque el avión Skylon, con el mismo motor, nunca llegó a concretarse, la tecnología ha sido reaprovechada en Invictus.

El sistema de preenfriamiento es fundamental para enfriar el aire a temperaturas manejables antes de que ingrese al motor, evitando que se funda bajo las altas temperaturas generadas por la fricción y el impacto a velocidades hipersónicas. Frazer-Nash explica que «las aeronaves que vuelan a velocidades superiores a Mach 5 enfrentan temperaturas extremadamente altas, y este sistema permite que los motores tradicionales funcionen en estas condiciones sin dañarse».

Presupuesto y objetivos futuros

El proyecto cuenta con un presupuesto inicial de aproximadamente 9,4 millones de dólares (7 millones de libras), una inversión que, aunque modesta en comparación con otros programas aeroespaciales, tiene un gran potencial estratégico. La iniciativa está financiada por programas específicos de la ESA, como el General Support Technology Programme y el Technology Development Element, que buscan acelerar el desarrollo de tecnologías críticas para la próxima generación de vehículos espaciales europeos.

En los próximos 12 meses, un consorcio liderado por Frazer-Nash, junto con empresas como Spirit AeroSystems y la Universidad de Cranfield, deberá entregar el concepto completo y el diseño preliminar del sistema de vuelo. Posteriormente, se buscará construir y probar una plataforma experimental que sirva como banco de pruebas para las tecnologías desarrolladas.

Desafíos y perspectivas

Uno de los principales retos de operar un vehículo hipersónico radica en gestionar el calor extremo generado por la fricción y el impacto a altas velocidades. La ESA destaca que «estas condiciones exigen tecnologías especializadas y sistemas de propulsión innovadores» para mantener la integridad estructural y funcional del vehículo en sus fases de prueba y operación.

Con un presupuesto ajustado pero una visión ambiciosa, Invictus aspira a convertirse en la plataforma más avanzada de vuelos hipersónicos en Europa, abriendo nuevas posibilidades en transporte, defensa y acceso al espacio en los próximos años.


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