Cómo usar la tecnología para cuidar a las mascotas si pasamos todo el día fuera de casa

En la actualidad, la presencia de mascotas en los hogares argentinos es una constante. Según datos de Kantar, cerca del 80% de las familias cuenta con al menos un animal de compañía y el 75% de los encuestados considera a su mascota como un hijo. Esta percepción se profundiza entre los más jóvenes, quienes en muchos casos optan por aplazar la decisión de tener hijos.

En la Ciudad de Buenos Aires, el 59% de la población convive con perros o gatos. El número de perros supera incluso al de niños menores de diez años, lo que transforma la composición de los hogares y provoca nuevas demandas en materia de cuidado y seguridad.

La preocupación central ya no se limita a reconocer a las mascotas como miembros de la familia, sino a encontrar formas eficientes de velar por su bienestar en la ausencia de los dueños. El uso de cámaras inteligentes y fotodetectores conectados a aplicaciones móviles se ha difundido con rapidez, especialmente entre quienes pasan largas jornadas fuera del domicilio.

De acuerdo a Verisure, líder en sistemas de seguridad, estos dispositivos permiten supervisar en tiempo real las actividades de los animales y posibilitan intervenciones remotas.

Carlos Beltrán Rubinos, director de Operaciones de Verisure Argentina, sostiene que la transformación de la estructura familiar obliga a adaptar las soluciones de seguridad para que sean compatibles con la presencia de mascotas. Los sistemas actuales permiten ajustar las configuraciones a las rutinas de los animales, lo que reduce el riesgo de falsas alarmas y proporciona protección tanto para las personas como para los animales.

Al desplome de la tasa de natalidad se suma el incremento en la cantidad de mascotas, fenómeno que redefine las prioridades de los hogares. El Colegio de Veterinarios de la Provincia de Buenos Aires reporta que en los últimos cinco años se duplicaron las consultas veterinarias vinculadas a la ansiedad por separación en perros y gatos, una tendencia que confirma el impacto emocional de la ausencia de los dueños en la vida de los animales.

En este contexto, la tecnología aplicada a la seguridad se integra al cuidado cotidiano de las mascotas, convirtiéndose en una herramienta fundamental para preservar su bienestar físico y emocional. El nuevo paradigma familiar ubica a los animales en un rol central, y el desafío pasa por garantizarles protección y compañía, incluso cuando el hogar queda vacío.

Cuidar a las mascotas cuando se pasa la mayor parte del día fuera del hogar requiere organización y la utilización de recursos que garanticen su bienestar. En primer lugar, es fundamental asegurar que cuenten con suficiente agua limpia y alimento adecuado para el tiempo en que estarán solos. Los dispensadores automáticos de comida y agua resultan útiles para dosificar las raciones y evitar el desabastecimiento.

El enriquecimiento ambiental es otro aspecto clave. Dejarles juguetes interactivos, rascadores o huesos puede ayudarlos a canalizar la energía, reducir el estrés y evitar conductas destructivas originadas por el aburrimiento. Para los perros, paseadores profesionales pueden ser una opción cuando la ausencia se extiende muchas horas, asegurando así actividad física y socialización.

La tecnología también cumple un rol relevante. Las cámaras inteligentes permiten observar a las mascotas en tiempo real y algunas cuentan con audio para comunicarse a distancia. Los fotodetectores envían imágenes al teléfono y pueden alertar ante comportamientos inusuales.

En casos de animales muy dependientes o con antecedentes de ansiedad por separación, es recomendable consultar a un veterinario. Algunos animales pueden beneficiarse de rutinas de adaptación, feromonas ambientales o asistencia profesional. Cada mascota responde de manera distinta a la soledad, por lo que monitorear sus reacciones y ajustar los cuidados diarios permite asegurar su salud y bienestar aún en la ausencia de sus dueños.