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Iraníes atacan el Instituto Weizmann de Ciencias en Israel: daños millonarios y repercusiones globales

Escrito por radioondapopular
agosto 7, 2025
Iraníes atacan el Instituto Weizmann de Ciencias en Israel: daños millonarios y repercusiones globales

El Instituto Weizmann en ruinas tras ataque iraní

El Instituto Weizmann de Ciencias sufrió graves daños en la madrugada del 15 de junio, cuando fue alcanzado por dos misiles balísticos iraníes. Los impactos se produjeron antes de las 3 de la mañana y generaron una destrucción significativa en cinco edificios de investigación, además de causar daños en otros muchos. La explosión provocó ondas expansivas que afectaron docenas de estructuras cercanas, dejando un saldo de más de 50 laboratorios dañados de forma total o parcial y seis edificios dedicados a la investigación centralizada. Los costos estimados para la recuperación alcanzan los 500 millones de dólares.

Una agresión dirigida contra la ciencia israelí y su impacto global

Este ataque fue claramente un acto intentional contra la ciencia israelí, considerada un pilar fundamental de la economía del país. Aunque el objetivo principal fue el Instituto Weizmann, la magnitud del daño trasciende las fronteras de Israel. La comunidad internacional comprende que la pérdida de estos centros de investigación representa un golpe no solo para Israel, sino para el avance científico mundial. La destrucción de laboratorios dedicados a la investigación en cáncer, inmunología y otras áreas críticas, además de valiosas muestras y modelos experimentales, supone un retroceso en la lucha contra diversas enfermedades.

Un edificio dedicado principalmente a la investigación del cáncer quedó reducido a escombros, tras un incendio que destruyó la mitad de sus laboratorios. La onda expansiva también dañó un centro adyacente enfocado en inmunología. Equipos sofisticados, muestras de tejidos y células, así como modelos experimentales como moscas de la fruta modificadas genéticamente, se perdieron en la explosión. Estos modelos, resultado de años de trabajo arduo, son insustituibles y su destrucción representa un duro golpe para la comunidad científica.

La pérdida de innovaciones que salvan vidas

El Instituto Weizmann ha sido responsable del descubrimiento de medicamentos esenciales utilizados en todo el mundo. Ocho de los fármacos más vendidos, que tratan enfermedades como la esclerosis múltiple, artritis reumatoide, enfermedad de Crohn y varios tipos de cáncer, tienen su origen en investigaciones realizadas en sus laboratorios. Además, allí se desarrolló la innovadora inmunoterapia CAR-T, que ha revolucionado el tratamiento de ciertos cánceres de sangre. La muerte del profesor Zelig Eshhar, inventor de esta técnica, en julio pasado, marca una pérdida irreparable para la ciencia. Millones de personas han mejorado su calidad de vida gracias a estos avances científicos.

Proyectos e investigaciones en riesgo

Antes del ataque, decenas de laboratorios en el campus trabajaban en proyectos prometedores que podrían beneficiar a muchas personas. Algunas investigaciones exploraban cómo las bacterias pueden ser utilizadas para combatir el cáncer, la aplicación de inteligencia artificial en diagnósticos y el estudio de cómo regenerar tejidos cardíacos y musculares. Otros laboratorios investigan el envejecimiento celular y las conexiones entre microbioma y enfermedades. La destrucción de estos centros frena el progreso científico en áreas que podrían tener un impacto directo en la salud y bienestar de la humanidad.

Estos descubrimientos han sido publicados en las principales revistas científicas y han impulsado nuevas investigaciones a nivel mundial. La BBC, por ejemplo, entrevistó a un inmunólogo del Weizmann que identificó una propiedad antibacteriana en un complejo de proteínas que podría ofrecer soluciones frente a la resistencia a los antibióticos. La recuperación de estos proyectos es crucial para mantener el ritmo del avance científico global.

Cuestiones que plantea la destrucción científica

Un aspecto importante es cómo se mide el impacto de medicamentos y tratamientos que salvan vidas, y cómo estos benefician a personas de todas las religiones, géneros y nacionalidades. La investigación en Israel ha sido fundamental para el desarrollo de terapias que cruzan fronteras y culturas, sin distinción.

El otro ataque, dirigido a un edificio de química y nanomateriales en etapas finales de construcción, también causó daños significativos y retrasos en investigaciones sobre sostenibilidad, energía solar y resistencia a la sequía. La pérdida de tiempo en reconstrucción implica retrasos en avances que podrían ser vitales para el futuro del planeta.

Finalmente, surge la pregunta de cómo valorar un entorno saludable para las futuras generaciones y los materiales y tecnologías que usamos en nuestra vida diaria. La destrucción del Instituto Weizmann y otros centros científicos refleja un ataque a la investigación y a la innovación, cuyo valor va más allá de las cifras económicas y afecta directamente a la calidad de vida global.

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