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Mariúpol, controlada por Rusia desde 2022, busca convertirse en estación balnearia mientras su historia de devastación y ocupación divide opiniones internacionales

Escrito por radioondapopular
agosto 7, 2025
Mariúpol, controlada por Rusia desde 2022, busca convertirse en estación balnearia mientras su historia de devastación y ocupación divide opiniones internacionales

Mariúpol, una ciudad en reconstrucción bajo control ruso

En una playa de Mariúpol, en el este de Ucrania, controlada por Rusia desde 2022, la gente busca escapar de la destrucción y las heridas del pasado. Iván, un residente de 52 años que prefiere mantener su identidad en secreto, invita a los visitantes a “darse un chapuzón en el mar de Azov”. En medio de la playa concurrida, declara con orgullo que “Mariúpol fue, es y será rusa”.

Su afirmación refleja la narrativa del gobierno ruso, que desde la toma de la ciudad ha promovido la idea de que la ciudad, tradicionalmente habitada por rusohablantes, pertenece a Rusia. La conquista, que ocurrió tras un brutal asedio, dejó un saldo trágico: aproximadamente 22.000 civiles muertos y más del 90% de los edificios residenciales dañados o destruidos. La población, que superaba los 540.000 habitantes antes del conflicto, se redujo en más de 300.000 personas, según cifras de Ucrania.

La batalla por Mariúpol y la resistencia ucraniana

La defensa de Mariúpol por parte de las fuerzas ucranianas se convirtió en un símbolo de resistencia. Los combatientes que lucharon por mantener la ciudad son considerados héroes nacionales. La resistencia prolongada, que duró meses, logró retrasar los avances rusos y dejó una huella imborrable en la memoria colectiva.

Mientras tanto, en la ciudad, las labores de reconstrucción avanzan a ritmo acelerado. Camiones cargados de bloques de cemento y maquinaria pesada trabajan día y noche. Los vehículos militares rusos circulan por las calles, desplazándose entre las obras y los convoyes de suministros, en una muestra clara de la intención de Moscú de convertir a Mariúpol en un ejemplo de su capacidad de recuperación y control.

El proyecto de reconstrucción y sus controversias

Rusia ha prometido reconstruir Mariúpol, presentando su plan como una oportunidad para revitalizar la zona y demostrar su poder de gestión. Sin embargo, críticos como Denis Kochubei, vicealcalde ucraniano en el exilio, califican esta iniciativa como una “gran estrategia de propaganda”. Según él, la verdadera intención es borrar la memoria de la destrucción y mostrar que Rusia aporta desarrollo a la región.

Al pie de la planta siderúrgica de Azovstal, símbolo de la resistencia ucraniana, hoy se levantan edificios construidos por Moscú. En uno de estos hogares vive Galina Giller, una jubilada que recibió un departamento gratuito por parte de las nuevas autoridades. Ella relata que le entregaron las llaves sin condiciones y que, aunque conserva su nacionalidad ucraniana, recientemente obtuvo un pasaporte ruso, como muchos residentes de la zona.

Desde 2014, Moscú ha emitido aproximadamente 3,5 millones de pasaportes a habitantes de las regiones bajo su control en el este de Ucrania, una medida que Kiev califica de “ilegal”. La situación en Mariúpol continúa siendo un punto de tensión, con una ciudad dividida entre la historia de resistencia ucraniana y las promesas de prosperidad bajo control ruso.

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